—¿Ahora, finalmente puedo ver a ese tipo? ¡Realmente eres alguien que busca problemas!
La mujer con velo dejó caer el comentario y estaba a punto de darse la vuelta cuando, de repente, un canto de dragón estalló detrás de ella. ¡El sonido resonó a través del cielo y la tierra, y el loto que había lanzado sobre su cabeza se hizo añicos por completo!
Su rostro se tornó un poco más pálido, y al girarse, vio a un enorme dragón ascendiendo en espiral, rompiendo hacia la bóveda del cielo, y más aún, descendiendo hacia la mujer velada.
—¿Hmm? ¿Realmente se transformó en su forma verdadera? —la mujer velada se quedó ligeramente desconcertada, mirando directamente hacia adelante.
La forma verdadera del Dios Dragón no es algo que deba subestimarse; si realmente llegara a los golpes, la destrucción mutua no estaría fuera de discusión.
Sin embargo, aun así, no había ni rastro de pánico en ella. Una lámpara verde apareció en su palma.