Su Mohan se agachó, sollozando como una niña indefensa.
Las lágrimas empaparon su ropa y su larga falda, haciendo que uno sintiera una gran angustia.
Hay algunas cosas que solo ella sabía, que si se hubiera ido con Ren Feifan justo ahora, Ren Feifan sin duda habría muerto.
Porque el Fénix de Hielo no era realmente el as bajo la manga de su madre.
El verdadero as bajo la manga de su madre podía matar a alguien desde mil millas de distancia.
Aunque no podía matar a ese viejo de la Secta Wuji, matar a Ren Feifan sería extremadamente fácil.
Si eligiera irse con Ren Feifan, su partida sin duda enfurecería a su madre, quien entonces desataría ese as bajo la manga, así que no podía irse.
—Ren Feifan, espero que puedas perdonarme, después de todo no somos del mismo mundo. Permanecer a tu lado solo te implicaría —dijo Su Mohan, levantando la cabeza, sus ojos llenos de lágrimas, su voz ahogada por la emoción.