—¡Realmente quiero ver quién se atreve a llevarse al Maestro Ren!
Una voz fría resonó, escalofriante hasta los huesos, e incluso pareció cubrir toda la sala con una capa de escarcha.
—¡La voz condensándose en forma! ¡Técnica de Cultivo Suprema!
Al instante, toda la sala se quedó en silencio. Los espíritus de todos se quedaron atónitos por un momento, ¿Maestro Ren? ¿De dónde salió este Maestro Ren?
Pero cuando levantaron la cabeza y miraron unánimemente hacia la fuente de la voz, vieron una figura encantadora que apareció en la vista. Los ojos de la chica eran como agua, pero también contenían un atisbo de frialdad, inspirando miedo. Un tocado de cortina de cuentas adornaba su frente, las finas cadenas de oro blanco hacían que su cabello ligeramente rizado se viera puro y hermoso, con un diamante colgando en el centro de su ceja, luciendo recién adornado.