El poderoso dragón de fuego fue completamente devorado por el dragón verde azulado y el fénix, atravesando la ola de calor y aferrándose al cuerpo de la Llama Roja en un instante.
Habiendo ya agotado su energía al activar el cristal rojo, la Llama Roja fue incapaz de resistir la erosión del Fuego Divino Loto Verde, y su cuerpo junto con su alma se encendió por completo por éste.
Los gritos de agonía resonaron a través del Campo de Artes Marciales mientras Su Chengyu observaba la escena con una indiferencia fría, presenciando cómo la vida de la Llama Roja se desvanecía sin ningún temblor interno o piedad.
Cang Xue quedó completamente conmovido por este espectáculo, pero esta vez se abstuvo de decir algo más.
Sin embargo, el silencio de Cang Xue ahora no se debía solo a la advertencia de Ye Qingci, sino también a una nueva cautela hacia Su Chengyu.
El poder que Su Chengyu demostró, ¿no fue mucho más del que se requería para los Doce Emisarios Santos?