Aunque no estaba presente, una sola frase hizo que la atmósfera dentro del Departamento del Cazador de Demonios se volviera tensa y cargada.
Todos tenían sus propias tácticas en mente, pero nadie se atrevía a decirlas en voz alta.
Para Su Chengyu, sin embargo, su corazón era aún más complicado, una multitud de preguntas pasaban por su mente, pero ninguna encontraba una respuesta.
—¿Por qué había elegido Yang Chengyin este momento crítico para hablar? —se preguntaba.
—¿Había estado observando en secreto esta batalla de vida o muerte, queriendo sondear mi identidad? —continuaba preguntándose.
—¿O ya lo había notado, buscando simplemente confirmar algo? —no estaba seguro.
—Pero si eso fuera todo, ¿por qué intervenir en mi nombre en este momento para molestar a la gente del Clan Antiguo? —cuestionaba.
—¿Podría ser que realmente quisiera que me uniera al Departamento del Cazador de Demonios y servir bajo su mando? —reflexionaba.
Su Chengyu no lo sabía.