—¿Ya has elegido la casa? —Ye Qingci, quien había visitado la residencia de Su Chengyu por tercera vez en medio mes, finalmente planteó la pregunta de manera proactiva.
—¿El Departamento del Cazador de Demonios finalmente ha tomado una decisión? —Su Chengyu, que había detectado la implicación en las palabras de Ye Qingci, respondió de inmediato.
—Uh-huh, fue ordenado por el Hijo Celestial en persona, quien dispuso que te convirtieras directamente en el Enviado Santo Sustituto, lo que cerró la boca a esas personas para siempre —Ye Qingci añadió.
—Parece que Yang Chengyin no tuvo que esforzarse mucho —Su Chengyu comentó con indiferencia, sin creer que si Yang Chengyin hubiera estado decidido, no habría podido resolver esos obstáculos.
—No es sorprendente, sin ti en el Departamento del Cazador de Demonios, Yang Chengyin tiene aún menos necesidad de cuidarte. Si algo te sucediera entonces, él podría lavarse las manos aún más limpiamente —explicó Ye Qingci.