capítulo 1

"Hace 100 años, un simple ciudadano de nuestra pequeña ciudad escaló entre políticos y se convirtió en un dictador, asesinando a cientos de personas, creando su propio orden y sus propias leyes, cuando estaba perdiendo el control y demostrando arrepentimiento, sus subordinados y más "leales" sirvientes lo traicionaron y asesinaron, tomando el control. Desde entonces ellos se han convertido en nuestros Jefes De Estado, y durante 80 años sus descendientes han estado en el poder como aristócratas. Han destruido nuestro país.

A pesar de todo esto la gente sigue creyendo en ellos, así que cuando trajeron máquinas de metal, acero y titanio con apariencia humana y conciencia propia las personas los aceptaron con los brazos abiertos.

Hoy, los Robots y la Inteligencia Artificial terrible realidad en nuestro mundo, caminan entre nosotros, se convirtieron en nosotros, destruyen nuestra economía nacional, algunos incluso nos esclavizan, y aquellos que alzan su voz para defender la verdad, son silenciados por los sicarios del gobierno..." Pienso en qué más puedo añadir al texto cuando escucho una puerta abrirse seguido del un grito de una voz familiar.

-¡Dana, ya estoy aquí! -gritó Zura, mi compañera y mejor amiga, desde la entrada de nuestro pequeño apartamento que usamos como oficina-. ¿Sigues trabajando en ese artículo? -preguntó acercándose y dejando su mochila en una de las sillas junto a mí.

-Sí, ya te lo había dicho, Zura, quiero lograr que las personas abran los ojos y despierten. La situación del país no es buena, no lo ha sido desde hace casi 80 años y aún así todo el mundo parece tratar de seguir engañandose a sí mismos de que sí -dije con una pizca de coraje en mi voz.

-Lo sé, pero eso no es lo que la gente de esta ciudad quiere oír -Zura soltó un suspiro mientras se sentaba en una silla justo al lado mio-. Estoy de acuerdo contigo, a mí tampoco me agrada nuestra situación, ni esas chatarras, pero si sigues alentando a una revolución de esta forma, tan evidente, terminarás haciendo que algún político te mande a silenciar... Y sabes perfectamente lo que les sucede a las personas a las que mandan a silenciar -lo último lo dijo con mucho pesar.

Empezé a recordar a todas aquellas personas a las que mandaron a callar, todos los periodistas, fotógrafos, policías, entre otros, que alzaron su voz por nuestro bienestar y futuro, por una mejor vida en nuestro país y fueron mandados a callar, todos aquellos a los que nuestro gobierno mandó a asesinar solo para seguir en el poder, solo para seguir controlándonos.

Nuestro silencio es interrumpido por el sonido de la puerta de entrada abriéndose.

-¡Dana, ya llegué!.

Nuestro otro compañero y amigo, Kain, entra a la oficina con su bolso de hombro hecho de cuero suave colgando a un lado de su cuerpo y cargando en brazos lo que parecen ser "libros". Cuando cerró la puerta y dirigió su mirada hacia nosotras, su expresión cambió a una de sorpresa.

-¡Vaya, vaya, pero miren a quien tenemos aquí!, nada más ni nada menos que... ¡ZURA, JAJAJA! -estalló en carcajadas claramente divertido-. ¡No lo puedo creer!, ¿Acaso me levanté muy tarde hoy? o ¿Es que acaso el mundo al fin se va a acabar? porque lo que están viendo mis ojos es completamente irreal, tan imposible. ¿Zura despierta y trabajando a esta hora de la mañana?.

-Ja, Ja; que gracioso -exclamó Zura con sarcasmo y algo de molestia-. Ni siquiera es tan temprano -dijo cruzándose de brazos.

Yo solo observaba la divertida situación en silencio.

-Zura, son las ocho de la mañana. A esta hora siempre sigues dormida.

-Bueno, tal vez tuve mis "razones" para levantarme temprano.

-¿Ah, sí?, entonces cuentanos esas "razones".

-No -dijo ella, terca.

-Vamos, Zura, cuéntanos. A mí también me ha dado curiosidad de saber cuáles son esas "razones" -dije yo, con mi entusiasmo natural por saber los secretos de mi mejor amiga.

Zura nos miró a ambos con duda.

—Es algo privado, no es importante —dijo con una pequeña sonrisa despreocupa en su rostro.

-¡ZURA! -exclamamos Kain y yo al unísono en forma de reclamo.

—Ya dije que no es importante, no hay razón para que sepan —dijo Zura, sacando una botella de agua de su mochila-. Por cierto, ¿Qué es lo que tienes allí, Kain?.

-Ah, cierto, son libros antiguos -dijo emocionado-. Los compré en el mercado negro, pero parece que son copias legítimas.

-¿En serio? -pregunté yo algo sorprendida.

-Sí, el hombre que me los vendió dijo que eran de hace cien años más o menos -dijo él.

Kain puso los tres libros que traía sobre la mesa, justo al lado de la libreta en donde estaba escribiendo mi artículo. Kain vió la libreta, él sabía lo que era, pero no dijo nada al respecto. Decidí cerrar la libreta y dejarla al otro extremo de la mesa.

-Wao, "Harry Potter", "Nixia", "Moxie"... De verdad que hace cien años las personas sabían ponerle título a los libros -dijo Zura con su usual sarcasmo. Sin poder ocultar su pequeña risita divertida.

-Creo que me quedaré con este -Zura señaló al libro que tenía en su portada el título de "Moxie" en letras de color negro pálido, casi gris, debido al desgaste y al paso del tiempo- se ve interesante, es rosa... Bueno, rosa pálido y desgastado, pero sigue siendo rosa.

Zura, Kain y yo estábamos examinando los libros cuando sonó una campanita de notificación de un iLoad.

-Viene de mi iLoad.

-Sí, eso parece -dijo Kain.

Saqué mi iLoad del bolsillo de atrás de mi pantalón, lo encendí y empecé a revisar las notificaciones.

-Es Rose... Dice que quiere que vayamos a su apartamento los tres a eso de las nueve y media de la noche. Tiene algo importante que decirnos, es sobre trabajo... Pero dice que es confidencial -dije repitiendo el mensaje que había recibido en voz alta.

-Que raro, ¿Sobre trabajo a esa hora de la noche?, me pregunto qué será -dijo Kain extrañado.

-¿No escuchaste? Dijo que es confidencial. Debe ser algo muy importante -dijo Zura en forma de regaño a Kain.

-Zura tiene razón, debe ser importante para querer vernos a los tres en tales circunstancias -dije dándole la razón a Zura, pero igual de extrañada que Kain.

Rose también es periodista. Ella, Zura y yo nos conocimos en la universidad, Rose siempre nos ayudaba y nos explicaba las cosas que no entendíamos en clase. Rose, Zura y yo nos llevamos bien desde el primer instante y nos hicimos muy buenas amigas y compañeras, ellas se convirtieron en mis dos mejores amigas. Cuando nos graduamos de la universidad seguimos en contacto y trabajamos juntas en la misma Compañía de Noticias,  luego Kain se nos unió.

Rose es una chica bastante inteligente y hermosa, también es amable y muy simpática. Su piel es blanca, su cabello es liso y de un lindo color castaño, sus ojos son marrones y llenos de vida, sus labios finos, siempre está sonriendo y le encanta usar lápices labiales de tonos desde el rosado hasta el rojo; es delgada pero no muy alta; ella es sincera y creo que es por eso que su pasión siempre ha sido encontrar la verdad. Es muy buena en su trabajo, excelente con las palabras; a pesar de su personalidad alegre cuando se trata de investigar algún hecho o interrogar personas adopta una actitud seria y fuerte, tiene profesionalismo en su trabajo. Rose es una gran periodista.

Por el contrario Zura es diferente a Rose.

Zura es una mujer negra. Tiene una hermosa piel oscura, su cabello es negro, con un peinado afro corto que la hace ver preciosa, sus ojos son oscuros y están llenos de convicción y sus labios son gruesos; también es delgada y unos pocos centímetros más alta que yo y Rose. Es ruda y decidida en el trabajo, pero con sus amigos de confianza es muy simpática, es inteligente y sobre todo es una mujer muy hermosa, aveces hablamos y me cuenta sobre algún hombre que ha aparecido en su vida; ella no se ilusiona mucho con el amor, más bien es un espíritu libre, aunque hay veces que me gustaría que encontrara al amor de su vida.

Y por último estoy yo, Dana. Mi cabello es negro y liso pero un poco ondulado, mi piel es de un café claro, mis ojos son marrones y mis labios son gruesos; soy inteligente, yo y Rose fuimos las primeras de la clase en la universidad, soy simpática, me gusta ser amable con las demás personas pero cuando mi trabajo lo amerita no dudo en cambiar mi actitud a una responsable y profesional, mis mejores amigos y compañeros de trabajo son Zura, Rose y Kain. Aunque últimamente no nos hemos contactado mucho con Rose debido a que ella está ocupada investigando para un proyecto del trabajo del cual todavía no nos ha contado y he estado preocupada por ella porque aunque la mayoría de veces solemos hacer proyectos por separado siempre nos mantenemos comunicados entre nosotros y este es el primer mensaje después de dos semanas que he recibido de Rose y la poca comunicación entre nosotras es algo muy raro.

[...]

Ya de noche, como a las nueve y dieciocho acordamos que nos iríamos todos en un solo vehículo para el apartamento de Rose, bajar las escaleras y llamar a un taxi solo nos tomó dos minutos, tomamos un taxi hacia allá y llegamos en once minutos más o menos, demoramos otros dos minutos mientras le pagamos al señor del taxi y subíamos en el ascensor al tercer piso que era en donde quedaba el apartamento de Rose.

Al bajar Zura, Kain y yo del ascensor miré mi iLoad y habíamos llegado a la hora acordada por Rose, eran las nueve y treinta y tres.

Caminamos hasta el final del pasillo y nos quedamos confundidos al ver que la puerta del apartamento de Rose estaba abierta. Kain fue el primero en entrar, le seguí yo y por último Zura. Por más que llamábamos a Rose ella nunca respondió, eso solo lograba confundirnos más y de la confusión llegamos al temor de que algo malo hubiera pasado.

Empezamos a recorrer el apartamento en busca de Rose, Kain revisó el baño y su habitación y Zura y yo fuimos hasta la última puerta que había, era una habitación extra que Rose convirtió en una pequeña oficina con un escritorio, computadora y un mueble de estante en el que ponía diferentes cosas.

Puse mi mano en la manilla para abrir la puerta, Zura estaba detrás de mí y Kain detrás de Zura porque ya había terminado de registrar las otras 2 habitaciones, lo que significaba que solo quedaba está.

Abrí la puerta.

Al ver el interior de la habitación me encontré con la escena más perturbadora y retorcida de mi vida.

El asesinato de mi mejor amiga.

El asesinato de Rose.