La cueva de dragones

Manolo entra a su portal que es transportado a la sala de su casa. Yuleika está cocinado ya que es de mañana. Él aparece en la sala, ella sale un poco de la cocina para ver a Manolo parado en la sala.

—Oh, cariño, ya llegaste. —Dijo Yuleika.

—Si, ya terminé de trabajar. —Contesto Manolo que se sienta en la sala para ver la televisión.

—Qué bueno, y como te fue. —Pregunto Yuleika.

—Me fue bien, luchando por sobrevivir en ese mundo de porquería. —Contesto Manolo.

—No te dejes amedrentar por ese mundo y los seres que viven ahí. —Respondió Yuleika que le masajea los hombros.

—Trato de no hacerlo, pero es que, en ese mundo, la cosa no está fácil tengo que sobrevivir como todo un guerrero, esto es mil veces peor que en el trabajo que tenía antes. —Contesto Manolo.

—Bueno, eso fue lo que escogiste, espero que no te salga el tiro por la culata. —Respondió Yuleika.

—Me estas consolando o no. —Respondió Manolo un poco enojado que se quita las manos de Yuleika de encima.

—No te me pongas así cariño. —Contesto Yuleika.

—Voy a salir para tomar un poco de aire fresco. —Respondió Manolo que se va al cuarto, se cambia a una ropa más cómoda y se lleva algo de dinero.

—No compres empanadas. —Contesto Yuleika.

—Si, como quieras. —Respondió Manolo que se va de la casa.

Manolo se va caminando hacia el puesto de empanada de D'Wilkins empanatonga ontol.

—Oh, pero mira quien tenemos aquí, pero si Manolo restituyo hace mucho que no vienes aquí. —Dijo Wilkins dueño del negocio.

—Si lo sé, es que me esposa me ha dado mucho seguimiento, pero no te preocupes ya volví, quiero una empanada completa de dos tapas. —Contesto Manolo.

—Tengo mucha gente, pero como tú eres mi cliente preferido, te la hare ahora. —Respondió Wilkins.

Wilkins comienza a hacer la empanada, toma una masa de empanada la pone en la mesa, toma ingredientes de cada cantina (jamón y queso, huevo, cuatro quesos, pepperoni, vegetales, etc.) extiende la segunda masa para ponerla en la montaña de ingredientes para taparla y presiona con un tenedor en el exterior de la masa para que no se separa al tirarla al aceite ardiente. Una vez que terminada, él lo deposita en el aceite ardiente. Después de unos minutos, la empanada esta lista lo deja unos segundos para que se le escurra el aceite en el escurridor. Él lo pone en una funda de papel, le pone cátchup, mayonesa, salsa de ajo y salsa BBQ.

—Tenga ministro, todo su yo. —Dijo Wilkins.

—Gracia, ministro. —Contesto Manolo que le paga doscientos pesos por la empanada. Él va y se compra un refresco al colmado y se sienta en un banco de piedra mientras se come su empanada y su refresco.

—Vaya, vaya, vaya, pero mira quien tenemos aquí, pero si es Manolo Restituyo fajándose con su empanada. —Dijo una voz al lado de él.

—Miguel, mi hermano ¿cómo esta? —Contesto Manolo que ve a un vecino del vecindario donde él vive.

—Bien mi hermano, y como ta la familia, Manolo. —Respondió Miguel que se sienta al lado de él.

—Todo bien. —Respondió Manolo mientras le da una mordida a su empanada.

—Sabes me entere que tienes un nuevo trabajo. —Contesto Miguel.

—Como lo supiste, Miguel. —Respondió Manolo que le da otra mordida y se bebe un poco de refresco.

—Tu no sabes que tú eres famoso, no te lo han dicho. —Contesto Miguel.

—Bueno, en lo que llevo en este trabajo, la gente me trata con cierto miedo e incluso respeto. —Respondió Manolo mientras se come un mordisco y bebe un sorbo de refresco.

Miguel saca su celular, le muestra un canal de streaming de la empresa rare y le enseña un programa llamado choques del ayer y hoy, donde le enseña a él sus aventuras como técnico de rare.

—Pero que rayos, no me digas que todo el mundo aquí ve ese programa. —Respondió Manolo que se come el resto de la empanada y se ve lo que queda de refresco.

—Es el segundo programa más visto del canal de Rare Tv, después de Rotten metal. —Contesto Miguel.

—Mierda, con razón la gente me mira raro, que vaina, carajo. Ahora como puedo ir por la calle. —Respondió Manolo.

—Yo no sé, pero tú eres famoso, solo que aquí tiene el sistema operativo atrasado, pero te lo dirán tarde o temprano. —Contesto Miguel.

—Gracias por decírmelo vecino. —Respondió Manolo.

—A la orden y me das un autógrafo para mi hijo. Es tu fan número uno. —Contesto Miguel que le entra una hoja con la portada del programa con un lapicero.

—Okay, me siento como una super estrella. —Respondió Manolo hasta que varios vecinos van a saludarlo y a decirle que es famoso fue un mar de gente a verlo y ellos también quieren un autógrafo.

Mientras Manolo es abordado por mucha gente, nos centramos en Isidro que está en su apartamento que se levanta a las diez de la mañana.

—Diache, son las diez de la mañana y tengo un hambre fea, mejor compro una empanada y la bajo haciendo ejercicio. —Se dijo Isidro así mismo que ve el reloj de su celular.

Isidro arregla la cama toma algo de dinero y se va a comer una empanada bien cargada en el puesto de las empanadas que le queda cerca.

—Oiga, no lo he visto en alguna parte. —Dijo el hombre de las empanadas.

—No, ya que yo no lo conozco, deme una empanada de salsa pisa, queso, maíz y pepperoni de dos tapas bien cargada que tengo hambre. —Respondió Isidro de mala forma ya que tiene hambre.

—No se ponga así, se levantó con hambre. —Respondió el hombre de las empanadas mientras le hace la empanada.

—Si, perdón es que tengo mucha hambre hace mucho que no paso por aquí. —Contesto Isidro muy apenado.

En ese momento, Isidro se fija en un niño que está viendo un programa que es choques de ayer y hoy donde el presentador que es un esqueleto viviente vestido de gala llamado Ains Mongol.

—Bienvenidos a Choques de ayer y hoy, son su anfitrión Ains Mongol, y vengo presentarles los combates vehiculares de hoy. Los condenados del día de hoy, son los famosos técnicos que están en tendencia Manolo Restituyo y Isidro Montero que se enfrenta contra el grupo de los violentors, los demoledores.

En ese momento el presenta todo el combate.

—Pero no tan solo eso, tenemos otro combate por parte de estos caballeros. Y se trata del combate que ellos tuvieron contra Mark Speedracer corredor del Rotten Metal al igual que los Swat Tigers los hermanos Revenger Duncan y Curtis Revenger ambos promocionado por Magical Comunications inc.

En ese momento el presenta todo el combate.

—Esos desgraciados están ganando cualtos a costa de nosotros. —Dijo Isidro.

—Oiga, pero si usted es el del programa. —Contesto el niño lo que provoca un alboroto.

—Aquí tiene su empanada, me da su autógrafo. —Respondió el hombre de la empanada.

Isidro le firma a todo lo que quiera y el vuelve al apartamento. Él se va a comprar un jugo al colmado y siguen sin dejarlo tranquilo por lo que usa magia y se teletransporta a su casa. Él se sienta en una silla en el comedor, se come su empanada y bebe su jugo. El aprovecha y llama a Manolo, pero no toma la llamada.

—Mierquina hay un mar de gente que me quiere, voy a tener que ir con mascarilla y unas gafas para ir al gimnasio. —Se dijo Isidro así mismo, pero se le prende el bombillo y añadió. —Pero yo tengo magia, voy a hacer un conjuro para que nadie me conozca.

Eso mismo es lo que hace, va al gimnasio, se pone a hacer cardio y otros en ejercicios en varias máquinas hasta que después de dos horas haciendo ejercicios hasta que se va a comer una ensalada en un restaurante de comida saludable, se come la ensalada y una bebida saludable para luego volver a su casa, se pone a jugar video juegos hasta que Manolo lo llama y el coje la llamada.

—Manolo, como ta. —Dijo Isidro.

—Con un mar de gente en mi casa, esto parece la duarte. —Contesto Manolo.

—Al parecer somos famosos, gracias al programa de choques de ayer y hoy. —Respondió Isidro.

—Si, eso es cierto, esa gente está ganado dinero a costa de nosotros. —Contesto Manolo.

—Si, quisiera demandarlos o algo, porque esto no es justo. —Respondió Isidro.

—Se puede. —Contesto Manolo.

—Déjame ver, si valido con Sofia para ver si se puede. —Respondió Isidro.

—Está bien, espero la llamada, bye. —Contesto Manolo.

—Ok, Bye. —Respondió Isidro.

Isidro busca en su mochila un celular de la dimensión oscura para llamar a Sonya, él lo imbuye de magia para que él pueda marcar al número de Sofia. Ella está trabajando en el almacén, sentada en la computadora, digitando hasta que ella toma la llamada y el identificador de llamada le dice que es Isidro.

—Buenas, cariño, ¿qué quieres? —Dijo Sonya

—Es que quiero demandar a los choques del ayer y hoy, porque está ganando dinero a costa de nosotros. —Respondió Isidro.

—Este mundo, es un mundo libre podemos grabar a quien queramos y más si no le hace daño a nadie. Además, ustedes no son ciudadanos en este mundo para demandarlo por lo que tendrán que resignarse a ser grabados o a menos que ustedes lo suban primero a Scream Tube pero las ganancias no serán de ustedes sino del propietario del canal. —Contesto Sonya.

—Un canal de Scream Tube, sería interesante, lo pensare, gracias por ayudarme cariño (le manda un beso por la línea). —Respondió Isidro.

—Así pregúntele a su supervisor antes de hacerlo, yo estaría con mucho gusto dispuesta a ayudarlos. Una pregunta y ya les pagaron. —Contesto Sonya.

—Déjame ver en mi aplicación del banco. —Respondió Isidro que ve el dinero que cobro.

—Ah, sí cobre, te llevo a un país de oriente cuando estes libre. —Contesto Isidro.

—Está bien, besos (le tira besos por el celular) Bye. —Respondió Sonya.

Isidro llama a Manolo.

—Que averiguaste. —Dijo Manolo.

—Que podemos hacer un canal de Scream Tube donde podemos grabar, usamos la cuenta de Sonya y así ganamos un dinero feo, que te parece. —Contesto Isidro.

—Oye, eso suena chulo, pero no hay que pedir permiso para ello. —Respondió Manolo.

—Si, hay que pedir permiso, hablaremos con Camilion. Cambiando el tema ya cobraron. —Contesto Isidro.

—¡que, déjame ver! —Dijo Manolo que ve su cuenta en su celular, se desmaya y le está dando un derrame por ver tanto cualto.

—Cariño, estas bien, pero y que fue...—Contesto Yuleika que mira su celular y también se desmaya.

—Manolo, ¡Manolooo! —Grito Isidro que toma su varita y se teletransporta hasta su casa.

—Manolo, estás conmigo, Manolo. —Dijo Isidro.

—Yo hiedo en cualto, como tú puedes vivir así. —Contesto Manolo que se recupera un poco.

—Ah, yo puedo compra la republica dominicana si me lo propongo. —Respondió Isidro.

—Con ese dinero hare realidad mi sueño. Y como llegaste aquí. —Contesto Manolo.

—Con magia. La magia funciona aquí. —Respondió Isidro.

—Isidro que tu hace aquí. —Contesto Yuleika que se recupera.

—Con magia. —Respondió Isidro.

—Y la magia existe. —Contesto Yuleika.

—Si, la magia existe. Pues sí, yo les recomiendo no sacar ese dinero de golpe háganlo poco a poco, ya que hay una ley que prohíbe usar grandes cantidades de dinero, usa tarjeta de créditos, cheques o lo que sea, pero no use directamente tu dinero. —Respondió Isidro.

—Con esto puedo renunciar tranquilo. —Contesto Manolo.

—Recuerda que tu contrato establece una cantidad especifica de órdenes, por lo que no puedes renunciar, en mi contrato funciona así, no sé cómo funciona el tu yo. —Respondió Isidro.

—Espera no podemos renunciar, ni pedir que nos boten. —Contesto Manolo.

—Así mismo, y te pueden deducir de tu dinero, si te portas mal, ese dinero tiene magia imbuida por lo que puedes perderlo todo, si te portas mal con la empresa puedes pasarla mal, fácilmente pueden prescindir de ti por lo que te recomiendo no hacer algo que te puedas arrepentir con esa empresa y aun así tu alma seguirá siendo suya hasta que no completes lo que te ordenaron en el contrato. —Advirtió Isidro.

—Está bien, tendré cuidado, solo usare el dinero para mejorar mi estilo de vida, no me voy a mudar por ahora ya que no sé qué tenga ese dinero de raro y de paso ahorrare un poco para obtener mi sueño. —Respondió Manolo.

—Perfecto, ahora me voy, nos vemos dentro de un mes. —Contesto Isidro que se teletransporta.

—Igualmente. —Respondió Manolo.

—Que vamos hacer con ese dinero, cariño, ese dinero puede estar maldito. Oíste lo que dijo Isidro. —Contesto Yuleika.

—Haremos lo que dije anteriormente, para que no nos afecte tanto, de algo hay que vivir. —Respondió Manolo.

—Está bien, si tú lo dices. —Contesto Yuleika.

Después de un mes lidiando por la fama, Manolo y Isidro están listos para regresar a su respectivo trabajo.

—Adiós, cariño que te vaya bien. —Dijo Yuleika para luego besarlo en la boca y despedirse de él.

En el caso de Isidro. Él se cambia y ve los estragos que la magia de la dimensión oscura le ha dejado.

—Mierda, si sigo así me convertiré en un monstruo. —Se dijo así mismo Isidro, pero recuerda lo que dijo Sofia:

—Aunque te conviertas en un monstruo, yo siempre te amare. —Dijo Sofia que lo besa en la boca.

Volviendo a la realidad.

—Al menos tengo gente que me aprecia, así que si voy a cambiar que así sea. —se dijo Isidro a sí mismo, él se termina de cambiar, toma confianza y se va al portal que se abre frente a él. Manolo también hace lo mismo.

Ellos llegan a la puerta de la sucursal.

—Bueno, compañero, bienvenido al infierno. —Dijo Isidro que saluda a Manolo.

—Lo mismo digo. —Respondió Manolo, ellos entran y todos lo miran, pero Manolo e Isidro los miran mientras caminan.

—Vamos a saludar a los geralcas. —Dijo Manolo.

—Está bien. —Respondió Isidro.

Ellos se dirigen a la oficina de su supervisor para saludarlo.

—Oh muchachos como les fue en su tiempo libre. —Dijo Camilion.

—Nos fue bien, haciendo cosas. —Dijo Isidro.

—Qué bueno...que bueno que están aquí, quería comentarles algo que está pasando con ustedes. —Contesto Camilion.

—Si, le escuchamos. —Respondió Manolo.

—Es sobre la fama que ustedes han adquirido en este mundo. —Contesto Camilion.

—También le íbamos a decir eso, nos enteramos que un programa dentro del canal de Streaming de Rare tv+, está usando nuestros combates vehiculares que tenemos en el camino para ganar ratings.

—Si lo sé, hablan de Choques de ayer y hoy. —Contesto Camilion.

—Exacto, ministro. —Respondió Manolo.

—Queremos saber si se puede tomar cartas en el asunto. —Contesto Isidro.

—Entiendo, Sofia me ha hablado al respecto, pero... lamentablemente no podemos hacer nada. Las leyes de este mundo protegen la libre expresión sobre todo que los combates vehiculares en este mundo pasan a cada rato ya se de forma orquestada o callejera por lo que no tenemos control sobre eso. —Respondió Camilion.

—Comprendo, Camilion. —Contesto Manolo.

—Pero no podemos, aprovecharnos de esto. Digo tratar de tomar ventaja sobre esto... ¿No? —Respondió Isidro.

—Hablas de mostrarle al mundo, los combates vehiculares que ustedes hacen. —Dijo Camilion.

—Si, Camilion, así podemos hacer un programa para llamar a más personas para solicitar nuestros servicios. —Contesto Isidro.

—Hablas de grabar los combates vehiculares que les acontece en el camino. —Respondió Camilion.

—Estaría bien, pero Malcolm está en desacuerdo con eso, ya que puede haber clientes que podrían ser afectado durante un combate, estamos en la cuerda floja con esto por lo que si algo se sale de control...—Contesto Camilion.

—Entiendo. —Respondió Manolo.

—Pero eso es inevitable, los choques de ayer y hoy, nos graban sin importar eso. —Contesto Isidro.

—Lo sé por eso, el departamento de marketing revisa los videos para que no se vean afectado. —Respondió Camilion que se le escapo eso sin querer.

—Ósea que están aliados con ellos. —Contesto Isidro indignado.

—Desde que comenzó esto de los combates vehiculares en nuestra empresa. —Respondió Camilion.

—Pero que traición. —Contesto Isidro.

—Traición no, negocios, ustedes tienen que saber que son empleados de esta compañía, así que no traten de aprovecharse de su fama para su propio beneficio. —Respondió Camilion.

—Está bien, Camilion, si usted lo dice, pero estos combates vehiculares son obra de ustedes o de agentes externos. —Contesto Isidro.

—Agentes externos, por más que ustedes sean hábiles en el camino, nosotros no trataríamos de perjudicarlos. Yo también estoy de acuerdo con Malcolm, pero así es el mundo del entretenimiento en este mundo. —Respondió Camilion.

—Entiendo, bueno vamos a visitar a Malcolm, está en la oficina. —Contesto Manolo.

—Está bien pueden pasar, ya que creo que está ahí, creo, pero no duren mucho que tiene trabajo por hacer. —Respondió Camilion.

—Si, no se preocupe, lo sabemos. —Contesto Isidro que se van de su oficina y susurro. —Desgraciado.

—Tranquilo Isidro, era algo obvio tu sabe que esta gente son unos tigueres, pero al menos lo intentamos. —Respondió Manolo.

—Yo quería ganarme un dinero feo, con nuestras aventuras, pero nada, hay que trabajar como esclavo en esta empresa de porquería. —Contesto Isidro.

Ellos van donde Malcolm, tocan la puerta y él les dice que pasen, ellos pasan y se sientan mientras él termina la llamada.

—Disculpen era que tenía una llamada urgente. Que desean mis muchachos. —Dijo Malcolm.

—Solo venimos a visitarlo, solamente. —Respondió Manolo.

—Oh que bueno, que me visiten dentro de su apretado itinerario. —Contesto Malcolm.

—Si, realmente. —Respondió Isidro.

—Una pregunta, usted está de acuerdo que a nosotros nos usen como un reality show para el entretenimiento de las masas de este mundo. —Contesto Manolo.

—Déjame ver, ya saben lo de Choques de ayer y hoy, que les digo desde que paso el tremendo desastre que hicieron en mi casa, el público quedo extasiado de ustedes y ahora en combinación con los combates vehiculares, el mundo está a la expectativa con ustedes. —Respondió Malcolm.

—Perdón, por lo de la casa. —Dijo Manolo cabizbajo.

—No te preocupes, todo se puede arreglar con magia. —Respondió Malcolm.

—Si, lo sé de antemano. —Respondió Isidro que se ríe de forma temerosa.

—Señor Manolo, nos podría dejar a solas con Isidro, necesito hablar de algo con él. —Contesto Malcolm.

—Está bien, los dejare a solas. Iré a visitar a Meredith y a Ludovico. —Respondió Manolo que se retira de la oficina.

Mientras tanto Malcolm y Isidro conversan:

—Dime, como te va con el contrato de Meredith. —Dijo Malcolm.

—Tengo partes de mi cuerpo, que se han vuelto inhumanas, pero sigo consiente. —Contesto Isidro.

—Trata de usar la magia al mínimo, para que no pierdas tu humanidad. —Respondió Malcolm.

—En estos momentos, que importa mi humanidad, al final de cuentas ya la perdí hace mucho. —Contesto Isidro.

—No digas eso, Isidro, sé que no es fácil la rutina de este trabajo, pero no debes perder lo que te hace lo que eres un ser humano, por más que digas cosas sobre la humanidad, las civilizaciones son todas iguales, así que adelante muchacho. —Respondió Malcolm.

—Gracias, señor Malcolm aprecio mucho el gesto. —Contesto Isidro.

—A la orden, Isidro. —Respondió Malcolm mientras se dan un apretón de manos.

—Pues me retiro para irme a trabajar. —Contesto Isidro.

—Sabes si llegas a perder tu humanidad, eres bienvenido en este mundo, habla con Sofia para ver te deja vivir en este mundo. —Respondió Malcolm.

—Ya lo he hablado con ella, ella me dijo que cuando la pierda hare los papeleos. —Contesto Isidro.

—Qué bueno Isidro, pues nada ve a trabajar. —Respondió Malcolm mientras se retira de la oficina.

Unos minutos antes de que Manolo se retira de la oficina de Malcolm, él se dirige a la oficina de Meredith para preguntarle unas cosas, pero ella no está ahí.

—Oh, al parecer ella no está. —Dijo Manolo, pero alguien le tapa los ojos y añadió. —A que tiene que ser Meredith.

—Bing bong. Acertaste. ¿Como estas, mi terrón de azúcar? —Respondió Meredith.

—Estoy bien, quería hablar contigo sobre algo. —Contesto Manolo.

—Adivinare es sobre las ordenes que no te han asignado a ti. —Respondió Meredith.

—Si, quería saber cómo iba eso. —Contesto Manolo.

—Están trabajando en ello, no te preocupes cariño, todavía tienes que terminar con las ordenes de Isidro para que puedan salir ordenes nuevas. —Respondió Meredith.

—Ya he instalado más de cien ordenes en lo que llevo estando aquí, Meredith. —Contesto Manolo desesperado.

—No te preocupes, cariño de mi vida, estamos trabajando en ello, tu sigue haciendo tu trabajo. —Respondió Meredith que le da un besito en la boca.

—Meredith, como te atreves, yo soy casado. —Contesto Manolo sorprendido por lo que ella hizo, pero se da cuenta que esta ella se cubre la boca.

—Sentí que besé agua hirviendo, eso me encanta. —Susurro Meredith que ríe diabólicamente causando que Manolo se asuste.

—Eh, bueno, me retiro iré donde Ludovico y Hope. —Respondió Manolo que se va de la oficina.

—Está bien, mi amor te volveré a ver pronto. —Contesto Meredith.

—Qué raro, que mi conciencia no me ataco cuando ella me beso. Sera que está de vacaciones. —Se dijo así mismo Manolo.

Él se va a la oficina de Ludovico y Hope, ellos están trabajando hasta que Manolo toca la puerta.

—Pase. —Dijo Hope.

Manolo abre la puerta.

—Oh, pero si es Manolo. —Dijo Hope.

—Manolo, mi hermano, ¿cómo tamos? —Respondió Ludovico que se dan un apretón de manos y de seguido un abrazo.

—Como está el mejor trabajador de esta empresa. —Contesto Manolo.

—Todo bien, y más que te veo, ¿cómo te fue en tu mes libre? —Respondió Ludovico.

—Me fue bien, muy bien. —Contesto Manolo.

—A mí me toca dentro de unos días, necesitas algo. —Respondió Ludovico.

—Si, Ludo, es sobre algo importante podemos hablar a solas. —Contesto Manolo.

—¿Hope, me permites? —Respondió Ludovico.

—Si, puedes salir un momento. —Contesto Hope.

Ellos salen y van caminado por los pasillos hasta salir al patio para hablar.

—Listo Manolo, que es lo que quieres. —Respondió Ludovico.

—Le pregunte a Meredith sobre las ordenes, y me vino con lo mismo, tienes alguna información al respecto. —Contesto Manolo.

—Estoy en eso, pero la información está muy bien oculta parece que quieren que no sepa algo, pero sigo investigando. —Respondió Ludovico.

—Entiendo, nada, solo queda esperar. —Contesto Manolo, pero en ese momento es atacado por la conciencia con forma de yuleika pero Ludovico le dice que no de forma indirecta.

Ellos entran nuevamente a la sucursal y Manolo deja a Ludovico a donde Hope y Ludovico le hace seña a la conciencia de Manolo para que le pegue durísimo. Él se retuerce en el piso mientras es azotado por la conciencia de Manolo.

—Hope, vamos a llevarlo con Cleoferti para ver qué es lo que le pasa. —Dijo Ludovico mientras Hope lo carga para llevarlo a enfermería.

—Oh, y que le pasa a Manolo que se está retorciendo de dolor. —Dijo Cleoferti.

—Digamos que es un mecanismo mental que tiene para no engañar a su esposa. —Respondió Ludovico.

—Y que quieren que se lo quite. —Contesto Cleoferti.

—No déjalo, lo necesita, solo que déjalo que descanse hasta que se le quite. —Respondió Ludovico.

—Está bien, déjelo en la cama. —Contesto Cleoferti mientras Hope lo deja en la cama.

—Porque dejaste que Hope lo cargara solo. —Respondió Cleoferti.

—Porque ella se ofreció y tiene más fuerza que yo. Son trescientas libras que tiene Manolo. —Contesto Ludovico.

—No te preocupes por mí, cargarlo fue como levantar papel así que eso no es nada para mí. —Respondió Hope.

Isidro llega a la enfermería.

—Manolo, donde habías estado, te he estado encontrado ya es hora de trabajar. —Dijo Isidro y en ese momento Manolo se para como si nada.

—Vamos a darle. —Respondió Manolo que se despide de los presentes.

—Cualquier cosa tú me llama, Manolo. —Contesto Ludovico mientras Manolo le hace un ok con la mano.

—Volvamos al trabajo, Ludo. —Dijo Hope mientras se agarran de las manos para irse a su oficina.

Manolo y Isidro se van al estacionamiento designado de su vehículo, pero no está, ellos le preguntan a uno de sus compañeros técnico y les dice que vayan al taller, por lo que ellos se dirigen al taller para recoger su vehículo.

—Buenas. —Dijo Manolo.

—Oh, pero mira quien tenemos aquí, pero si es el dúo dinámico. —Respondió Darius.

—Me gusto la referencia, hemos venido a buscar nuestro vehículo ya que no lo vimos en su estacionamiento designado. —Contesto Manolo.

—Si, ya terminé con él, pueden llevárselo. —Respondió Darius.

—Perfecto, muchas gracias, señor Darius. —Respondió Manolo.

Ellos se montan el vehículo y se dirigen a almacén. Isidro abre las puertas de la parte de atrás, toma una soga larga que esta colgada en un reposador de sogas clava una estaca en el piso con la soga atada a este por lo que se adentra en la dimensión del vehículo para acercar los equipos más lejanos y cercanos. Una vez terminado, Isidro sale de ahí. Sofia sale en su forma mujer lobo para verlos.

—Necesitan materiales, Chicos. —Dijo Sofia.

—Si, déjame buscarlos —Contesto Manolo y Isidro que entran en el almacén para reabastecerse y dejar todo listo para irse.

—Sabes te ves linda en cualquier forma cariño. —Respondió Isidro tirándole un piropo a Sofia.

—Gracias, cariño, ahora vete a trabajar. —Contesto Sofia mientras ellos se montan y emprende la ida hasta la calle. Ellos se estacionan en el camino para trazar su ruta. Una vez que saben cuál es la ruta la cual tiene que tomar, ellos emprenden su ruta para hacer las instalaciones, primero fueron a un poblado donde instalaron unas parábolas, después fueron a una ciudad donde instalaron varios servicios, todo iba bien nada de persecuciones, todo tranquilo hasta que llegan a su última orden del día.

—Qué día más tranquilo, todo ha ido viento en popa, espero que me den órdenes para ya salir de esto. —Dijo Manolo.

—Si, cuanta paz y tranquilidad, déjame ver cuál es la última orden. —Respondió Manolo.

—Si, para tomar una siesta. —Contesto Isidro.

—El hueso, esto si es lejos. —Respondió Manolo que ve que la última orden del día está muy lejos.

—Bueno, hay que hacerlo, no, ya tenemos mucho tiempo tranquilo, un poco de acción no hará algo de daño a nadie. —Contesto Isidro.

—Si, tienes razón, porque no, aquí dice que para llegar adonde el cliente tenemos que hacerlo por las vías del tren, así que tenemos que transformar al vehículo en una locomotora para ir por los rieles de tren. —Dijo Manolo.

—Pues que estamos esperando, vamos a transformar este vehículo en una locomotora. —Contesto Isidro mientras Manolo pone el vehículo en las vías del tren. Manolo con el panel táctil de control toca el botón de convertir a locomotora.

Una vez convertido en una locomotora ellos emprenden sus caminos por las vías del tren.

—Que divertido, voy a tocar el silbato un momento para sentirme como un conductor. —Dijo Isidro mientras toca el silbato de aire.

—Tu parece un niño de cinco años. —Contesto Manolo, pero se percata que un tren va entrar a las vías y ven un destello de luz.

—Oye Isidro. —Respondió Manolo que lo está topando para que deje de tocar el silbato, pero él esta embelesado con el silbato. Por lo que para de golpe la locomotora y el tren dispara un cañonazo que lo esquivan. Isidro vuelve en sí.

—Que rayos. —Dijo Isidro.

—Nuestro día de paz se fue al escusado, prepárense para combatir. —Respondió Manolo mientras Isidro se pone en la torreta trasera. El tren sigue disparando cañonazos y ametralladoras hacia su locomotora hasta que se acopla a las vías de alado. Ellos le disparan a los cañones y a las torretas, ellos tratan de esquivar lo que pueden hasta que logran destruir sus armas y los vagones hasta llegar a la locomotora, que se acopla a la vía en donde ellos están para dispararles con una minigun pero con balas antiblindaje se despachan a la locomotora.

—Eso fue sencillo. —Dijo Manolo, pero llegan otros trenes, por la izquierda y derecha lleno de zombis.

—Tú y tu bocotá. —Respondió Isidro.

—Si, lo sé, ¡vamos por esos desgraciados! —Contesto Manolo.

Una zombi muy parecido a Ayame Yomogawa de Kōtetsujō no Kabaneri ve como ellos combaten a través de unos binoculares finos.

—Así que esos son, los legendarios técnicos que se enfrentaron a corredores del Rotten Metal, es increíble como ellos trabajan, son dignos para enfrentarse a mi Mitsuri Sakamoto, la emperatriz de los rieles. —Dijo Mitsuri.

—Mi señora déjeme matarlos para que no tenga que rebajarse a pelear con esos barbaros. —Respondió una zombi muy parecida a Mumei de Kōtetsujō no Kabaneri.

—No, Kirara, nosotros nos enfrentaremos. —Contesto Mitsuri.

—Que perdida de munición. —Respondió un zombi muy similar a Kurusu de Kōtetsujō no Kabaneri.

—Si, tal vez lo sea, pero derrotarlos será provechoso para nosotros, Kenzo. — Contesto Mitsuri.

— Destruir humanos. — Dijo un zombi gigante con partes de metal en su cuerpo como Ikoma de Kōtetsujō no Kabaneri esta con ellos.

—Así mismo, Iori. Preparen las armas, vamos a entrar en combate contra ellos. —Respondió Mitsuri.

Después de que ellos terminaran de vencer a los dos trenes.

—Eso es todo. —Contesto Manolo que está cansado.

—Yo, creo que no. —Respondió Isidro mientras que ven a un tren blindado armado hasta los dientes.

—Tú tienes que estar relajando. —Exclamo Manolo.

—El jefe final parece ese tren. —Exclamo Isidro mientras los morteros disparan contra ellos.

—Bueno, como estamos de municiones. —Contesto Manolo.

—Tenemos suficiente para derrotar a esos malditos. —Respondió Isidro.

—Pues vamos haya. —Contesto Manolo acelera para llegar mientras esquivan los proyectiles. El tren se acopla a la vía de en medio. El cañón trasero les dispara mientras que ellos esquivan los disparos saltando de vía en vía. Ellos les disparan para sacar el cañón fuera de funcionamiento hasta que lo logran, pero los morteros son muy molestos.

Un francotirador apunta al motor del vehículo, le dispara un tiro que inhabilita el vehículo.

—Las armas no funcionan. —Dijo Isidro.

—Fue ese francotirador, debemos detenerlo. —Contesto Manolo.

—No tenemos armas de fuego. —Respondió Manolo.

—Están inhabilitadas por culpa del francotirador. —Contesto Isidro.

—Bueno, entonces tenemos que hacerlo como el dios de la guerra, ir directo a la locomotora pasando por los vagones y destruir la locomotora. —Respondió Manolo.

Ellos salen del vehículo y lo estrellan contra el vagón del cañón dejándolo incrustado en este. De los vagones salen muchos zombis que se abalanzan hacia ellos, pero Manolo incrusta sus manos en los vientres de dos zombis para sacarles el intestino delgado con el estómago para pelear como el Kratos. Isidro lo cubre por detrás con magia.

Mientras ellos se encargan de los zombis. Una de los zombis le avisa a Mitsuri que se aproximan a una ciudad viviente y ella dice que sigan, que eso lo hará más entretenido.

Ellos llegan a la ciudad y esta no se toma muy bien la visita del tren por lo que las vías comienzan a modificarse lo que hace que las vías se desprendan del piso y la ciudad comienza a levantarse. Ellos pasan por la mano izquierda que se convierte en un monstruo que los ataca, pero Manolo como el dios de la guerra se lo ataca constantemente e Isidro con magia hasta que se rompen las vísceras pero toma otras de otros zombis hasta que lo azota varias veces a una pared hasta noquearlo, lo mismo con la mano derecha, el pie izquierdo y derecho hasta pasar por toda la ciudad hasta que llegan a un túnel que los conducen al interior de la ciudad donde las defensas internas los atacan pero Manolo e Isidro se defienden ellos hasta que aparece los esbirros de Mitsuri para enfrentarse con ellos.

—Vaya, vaya, vaya, pero mira quien tenemos aquí, pero si son los técnicos humanos que los medios hablan. —Dijo Kirara.

—Ustedes quienes son ustedes. —Contesto Manolo.

—Acaso importa. —Respondió Kirara.

—Claro que sí, si vamos a partearles el trasero, por lo menos preséntense, o es que son como los otros zombis, esbirros más del montón. —Contesto Manolo que los hace enojar.

—Mi nombre es Kirara Ishida. —Dijo Kirara.

—Mi nombre es Kenzo Oshima. —Dijo Kenzo.

—Mi nombre es Iori Kanno. —Dijo Iori.

—Perfecto, ahora vengan todos para mí solo. — Contesto Manolo mientras agarra a dos zombis, ellos se abalanzan entre sí y sostiene una brutal pelea mientras combaten contra las defensas de la ciudad hasta que la ciudad los saca de ahí. La ciudad se transforma en un gigante mientras el tren pasa por partes de su cuerpo aparecen gigantes y enemigos de la propia ciudad por lo que ellos unen fuerzas para derrotar a la ciudad.

El tren recorre los pies, Kirara y el equipo de los zombis atacan las rodillas para hacerlo caer de rodilla, después recorren el torso, pero son atrapado por la mano izquierda, pero Manolo como el dios de la guerra trepa por la mano y rompe los ligamentos de la mano con fuerza bruta gracias a que los poderes de la cruz se activaron. El tren cae, pero activan un mecanismo que crea vías de la nada para que se dirijan a la cabeza, Isidro la aturde con un hechizo de luz, el tren arremete con toda la artillería sin misericordia. Manolo salta desde el tren hacia la cabeza para noquearlo de un solo golpe. El gigante cae y ellos salen de ahí.

—Buen trabajo en equipo. —Dijo Manolo que ellos chocan los cinco con los zombis que están ahí, menos al equipo de los zombis que se niegan.

—Te recuerdo que somos enemigos. —Contesto Kirara.

—Ah sí, pero unimos fuerzas para derrotar a esa cosa, ojalá que no haiga clientes por ahí, porque o si no me voy a meter en problemas. —Respondió Manolo.

—Eso es lo de menos, ahora preparado para enfrentar tu destino. —Exclamo Kirara que todos los zombis se ponen en posición de combate.

—Si tú lo dices, ¡venga ya! —Respondió Manolo mientras ellos se abalanzan hacia los zombis para arremeter contra ellos hasta que, en un momento del combate, el francotirador está en una posición perfecta para disparar, el dispara, pero Manolo agarra la bala con la boca y la escupe hacia el francotirador que lo noquea.

En un momento, Manolo e Isidro ya no pueden más, pero se percatan que el vehículo se recuperó por lo fingen ser derrotados y desanclan el vagón donde está el vehículo incrustado. El tren les dispara hasta explotar en mil pedazos.

—Su majestad, hemos ganado. —Dijo Kirara.

—Perfecto, ahora todo el mundo sabrá sobre el poderío de la emperatriz de los rieles, Mitsuri Sakamoto. —Contesto Mitsuri que se ríe diabólicamente.

Ellos entran a un túnel y de repente unas luces de vehículo aparece.

—Llego el lechero, desgraciados. —Exclamo Manolo que activa las armas para arremeter con los vagones del tren hasta que salen del túnel, ellos salen de las vías y se estacionan en un llano fuerte firme, activan el vehículo se convierte en un cañón de artillería para dispararle un proyectil nuclear que los erradica por completo.

—Amo el olor a destruccion por la tarde. —Respondió Manolo mientras ellos se van por las vías hacia su última orden.

Ellos llegan a una cueva donde hay muchos dragones. Un dragon imponente les impide el paso.

—¿Quiénes son ustedes? —Dijo el dragon.

—Buenas tardes, somos los técnicos de rare, venimos a hacer una instalación de un servicio de internet y teléfono de la señora Daga Firebreather. —Contesto Manolo que saca la cabeza por la ventana.

—Oh, pero si ustedes son los técnicos de rare que vi en el programa de Choques del ayer y hoy. —Respondió el dragon.

—Si, lo somos...nos puede dejar pasar. —Contesto Manolo.

—Está bien, pero primero necesito que firmen esto. Es para mi hijo. —Respondió el dragon que busca una versión de su vehículo de juguete para que se lo firme.

—Tienen juguetes de nosotros, pero el hueso. —Dijeron los dos.

Ellos se lo firman y el dragon los deja pasar.

Ellos pasan y ven a muchos dragones viviendo en su habita natural, las crías juegan con los juguetes de los conductores de combate vehicular incluyéndolos a ellos.

Las crías lo reconocen y traen lapiceros para que les firme un autógrafo, ellos se lo firman, y aprovechan para pedirle indicaciones para llegar a la casa del cliente. Ellos siguen las indicaciones que le dieron los niños hasta llegar a la cueva correspondiente.

—Buenas tardes, somos de Rare para la instalación de su teléfono e internet. —Grito Manolo que están en la entrada de la cueva.

—Ya voy. —Dijo una voz femenina y llega una dragona que está amantando a sus hijos. —Ustedes deben de ser los técnicos del servicio que solicite, síganme.

—Podemos pasar por el vehículo a su cueva. —Dijo Isidro.

—Si pueden hacerlo. —Contesto Daga.

—Está bien, y disculpe señora Daga. —Respondió Isidro mientras avanzan por la cueva y ven un arca de tesoros. Ellos se quedan embelesados por tanto cualto hasta que daga los llama.

—Si señora, ya vamos. —Contesto Manolo.

—Pues sí, caballeros, yo voy a querer que me pongan el servicio en la sala y los repetidores en los lugares que ustedes deseen. —Dijo Daga.

—¿La señora tiene repetidores? —Susurro Manolo.

—Si los tiene. —Susurro Isidro.

Ellos van al terminal tirar un cable por la tubería de mensajería hasta la sala de la cueva. Después instalan el modem en una mesita que está en la cueva. Así que ellos tienen la tarea de instalar diez repetidores por toda la cueva. Ellos usan las escaleras que sacan del vehículo, además de ventosas para instalar los repetidores por las tuberías de comunicaciones. Esto tardo mucho, pero logran terminar la instalación, ellos llaman al departamento correspondiente para habilitar los servicios. La señora Daga quedo asombrada por el servicio por lo que les dio un diamante a los dos, pero ellos se negaron ya que es política de la empresa. Ella lo entendió, ellos recogen todo el desastre que hicieron y se van de la cueva para quedarse en un lugar oculto en el bosque con un camuflaje óptico para dormir en el vehículo en una dimensión donde nadie los moleste.

En un castillo en las montañas, los representantes de las facciones anti-proyecto de la dimensión oscura están reunidos en una mesa redonda de forma presencial.

—Atención, Caballeros, la razón por la que nos hemos reunidos una vez más, es porque ¡esos dos desgraciados siguen vivos! —Dijo y exclamo Aldrich Albain.

—Y para el colmo se han vuelto, famosos todo el mundo quiere que le instalen sus servicios, estoy perdiendo mucho dinero por ello. —Contesto Infernus Blackspawn.

—Sobre todo cuando varios corredores del Rotten metal que trabajan para nosotros no han podido con ellos. —Respondió Blackend Titanium.

—Que la diosa Alheim, no salve de esta guerra fría. —Contesto Ulgalion Lagoon.

—Estamos haciendo todo lo posible para detenerlos, hemos detenido a varios de sus técnicos, pero ellos vuelven con más fuerzas. —Respondió Kulbain Skeleton.

—Además de que las redes, están del lado de esos técnicos, si no hacemos algo, los humanos nos conquistaran con su tecnología. —Contesto Oculan Darius

—Mandare un rayo mortal a su sucursal para que dejen de molestar. —Respondió Sargoth Atrocitus.

—Esa es una pésima idea porque lastimarías, monstruos inocentes, lo que te convertiría en un criminal. —Contesto Kulbain Skeleton.

—Tú le quitas todo lo divertido a la vida. —Respondió Sargoth.

—De verdad que ustedes, son un montón de inútiles. Tenemos que detener este avance lo más que se pueda así que hagamos lo que sea para poder acabar con los técnicos, sobre todo Manolo y Isidro que son los más peligrosos. Hagan lo que sea sin importar el riesgo, pues los dejo que mi señor me necesita. —Contesto Aldrich Albain que se teletransporta del lugar y todos los otros también.

—Afortunadamente tenemos a nuestro informante para que nos diga la ubicación del inquisidor y su compañero para acabar con ellos de una vez por todas. Hablare con él para saber si tiene información útil ya que gracias a él es que hemos podido detectarlos. —Dijo Oculan Darius.

—Perfecto, esos técnicos no sabrán quien les golpeo. —Respondió Ulgalion Lagoon.