Un rayo mágico rompe la pared que dividía a los hombres lobos, ellos se abalanzan y combaten contra los vampiros creando una batalla dentro de la cueva.
—De donde aparecieron estos hombres lobos. —Dijo uno de los vampiros.
—No lo sé, pero de donde consiguieron armadura y armas. —Contesto uno de los vampiros.
—No puedo con todos son demasiados. —Respondió uno de los vampiros que es devorado por un hombre lobo.
—Vampiros, prepárense que su reino ha terminado, el reinado de los hombres lobo ha empezado. —Contesto uno de los hombres lobo.
Los hombres lobos matan a los vampiros de la cueva, ellos salen al exterior para ver a varios vampiros en caballo.
—Retirada, volvamos al castillo. —Dijo uno de los vampiros que estaba a caballo. Ellos se retiran, pero ellos quieren sangre, unos hombres lobos se montan encima de otros hombres lobos para perseguirlos. Los vampiros le disparan flechas de plata, pero la armadura los protege, algunos aciertan a la cabeza y logran perderlo en el bosque.
—Los perdimos. —Dijo uno de los hombres lobo.
—No importa, al final de cuentas vamos hacia el castillo. —Respondió uno de los hombres lobos.
—Regresemos con los demás. —Contesto uno de los hombres lobos.
Ellos regresaron a donde está el rey y sus súbditos.
—Mi señor, los perdimos. —Dijo uno de los hombres lobo.
—Quien les dijo que los sigan. —Contesto Ronan.
—Bueno, mi señor nos dejamos llevar por el momento. —Respondió uno de los hombres lobos.
—Tu pasión, solo te llevara a la ruina, si no les ordeno que los sigan. —Contesto Ronan y pensó. —Aunque yo también haría lo mismo, pero como están a mi cargo.
—Lo siento su majestad. —Respondió uno de los hombres lobo.
—No importa, que se los digan, será demasiado tarde, pónganse en formación, vamos a conquistar el castillo y esta vez no dejen a nadie con vida al menos que yo lo diga. —Ordeno Ronan.
—Si, su majestad. —Respondieron los hombres lobos.
—Nosotros que haremos, su majestad. —Contesto uno de los caballeros vampiros que están con ellos.
—Ustedes irán al frente, se montarán en los hombres lobos ya que esos vampiros usarán plata contra nosotros. —Respondió Ronan.
—Nos usara como carne de cañón. —Contesto el caballero vampiro.
—En efecto. Algún problema. —Respondió Ronan.
—No nada, su majestad. —Contesto el caballero vampiro.
—Me perdí de la diversión. —Respondió Adonis.
—Eres el mi general, no puedes estar al frente. —Contesto Ronan.
—Como quieras, que es lo que hay que hacer. —Respondió Adonis.
—Los caballeros vampiros van al frente, después los jinetes lobos, luego los hombres lobos, los magos y los arqueros atrás. —Contesto Ronan.
—Me parece bien, voy a liderarlos para conquistar el castillo, así que no me estorbes. —Respondió Adonis que se va a darle las ordenes que él dijo.
Mientras tanto, los caballeros vampiros del castillo del conde se presentan ante él.
—Su majestad, un ejército de hombres lobos armados salieron de la cueva y nos atacaron. —Dijo uno de los vampiros caballeros.
—¿Cuantos eran? —Pregunto el conde.
—No lo sé, pero eran muchos. —Contesto el caballero vampiro.
—De casualidad viste, si estaba Ronan con ellos. —Respondió el conde.
—No, su majestad ya que huimos de ahí, en cuando vimos al ejército de los hombres lobos. —Contesto el caballero Vampiro.
—Entiendo. —Respondió el conde.
—Tenemos que llevarlo fuera de aquí. —Contesto uno de sus guardias.
—Está bien. Vámonos cariño. —Respondió el conde.
Ellos se levantan de su trono y se van por un pasadizo hasta su carruaje que emprende la huida del castillo. El ejército de Ronan se movilizan hacia el castillo.
Al llegar al castillo, hay resistencia dentro del, la guardia defiende el castillo con su vida, los arqueros y los magos cubren a los hombres lobos barbaros que tratan de subir al castillo, las sombras sangrientas debilitan al ejército para que los hombres lobos barbaros los termine. Así Ronan logra conquistar el castillo del conde, una vez más.
—Hogar, dulce, hogar hemos conquistado el castillo, pero no las tierras del conde. Adonis te mandare parte de mis fuerzas para que conquistes las tierras del conde. —Ordeno Ronan.
—Está bien, su majestad, muchachos tenemos unas tierras que conquistar. —Exclamo Adonis que se lleva a los mejores barbaros, jinetes, arqueros y magos.
—Mi señor y que haremos nosotros. —Dijo Sabitor.
—Planificar, nuestro siguiente ataque hacia el duque vampiro. —Respondió Ronan.