Engañando al estafador

—Kayden miró al hombre como si le hubiera crecido otra cabeza antes de decir con voz inexpresiva —Me estás tomando el pelo, ¿verdad?

—No, no lo estoy —dijo Nicolai con toda la honestidad que pudo convocar, dejando a Kayden sin palabras.

Este último levantó la mano y se pellizcó el espacio entre las cejas antes de reírse entre dientes —Puedo ser un capullo, Nico, pero no me dedico a quitarles las mujeres a mis colegas.

—Mateo diría lo contrario —contraatacó Nicolai mientras traía a colación la oscura historia entre Kayden y Mateo.

Al escuchar su respuesta, los ojos de Kayden se tornaron un tono más oscuro pero luego se encogió de hombros y comentó con despreocupación —Ese hombre debería darme las gracias brindando; todo fue gracias a mí que pudo ver la verdadera cara de esa mujer y aquí está todavía echándome la culpa. Kayden negó con la cabeza como si no pudiera creer la audacia de ese hombre.

Luego cambió de tema y preguntó —Pero, ¿escuchaste lo que acabo de decir?