Cuando Julio Reed despertó, ya era mediodía del día siguiente.
Cuando abrió los ojos, lo primero que vio no fue el techo.
En su lugar, era el rostro de Bamboo Whitaker.
—¡Hermano Davenport!
Bamboo Whitaker sonrió mientras sostenía una manzana, entregándosela a Julio —Finalmente decidiste despertar.
—¡¿Dónde está Lillian Tompson?!
Julio de repente se sentó en la cama, ¡su cabeza latía con un dolor intenso!
Los recuerdos de ese día pasaron por su mente, escena por escena.
—¡Anillo del Rey Dragón!
Estiró su mano, mirando el anillo en sus dedos.
Pero el mero recuerdo de los recuerdos asociados con el Anillo del Rey Dragón hizo que Julio sintiera como si su cabeza estuviera a punto de explotar!
—¡Dolor!
—¡Dolor desgarrador, insoportable!
—¡Hermana Lillian está durmiendo en la habitación! ¿Qué pasa?
Bamboo Whitaker, asustado, se sentó en el borde de la cama, sosteniendo la manzana, sin saber qué hacer.
—¡Iré a revisar!