—¿Qué crees que está haciendo nuestro Santo Maestro en este momento? —Elaenor Wood no se preocupó por las miradas circundantes.
Desde su perspectiva, el mundo de las artes marciales no era muy diferente del jianghu del que solía formar parte.
Cada uno tenía sus propios motivos, y los asesinatos por el botín ocurrían de vez en cuando.
¡Pero los fuertes siempre prevalecen!
Donde sea que estuvieras, esa era la verdad.
La justicia nunca existió.
Con el Trípode del Dragón Divino apareciendo en la Puerta Sombra, y Ciudad de Cook como la ciudad de la línea frontal, seguramente atraería a un gran número de personas del mundo de las artes marciales.
Eso era perfectamente normal.
No me ofendas, y yo no te ofenderé.
Elaenor Wood ignoró las miradas y casualmente charlaba con Zain Ellsworth a su lado.
—Santo Maestro... no conozco al Santo Maestro, así que es difícil adivinar qué estaría haciendo aquí —respondió Zain Ellsworth sinceramente.