Una sensación cálida y fragante pasó a través de él.
¡Como un relámpago!
Atravesó el Qi Malévolo que envolvía el cuerpo de Julio Reed y entró en su mente.
Su conciencia, que casi había sido completamente tomada por el Qi Malévolo, comenzó a recuperarse.
Julio Reed olfateó suavemente.
Percibió un leve aroma.
Familiar.
¡Extremadamente familiar!
La mano de una mujer estaba envuelta alrededor de la cintura de Julio Reed.
Ella desabotonó su ropa con destreza.
Entonces...
El Qi Malévolo se dispersó lentamente.
Julio Reed volvió a abrir sus ojos.
El rostro que entró en su visión era familiar pero aterrador.
—Tú... —Julio Reed sonrojado.
—No es la primera vez —se rió suavemente Nelson—. ¿Qué pasa, te sientes tímido?
Ante su risa, Julio Reed deseó poder esconderse en una grieta en el suelo.
—Tú... ¿por qué estás aquí...? —Julio Reed recogió la ropa esparcida en el suelo y rápidamente se la puso.