El sol se pone en el oeste.
Ansiosos por lograr grandes cosas, Howie Will y Seamus Jackson, liderando a sus confiables subordinados disfrazados de gente común, llegaron silenciosamente a Ciudad de Ratas.
Inusual para otros días.
En la entrada de Ciudad de Ratas, se encontraban decenas de individuos vestidos con lino blanco, miembros de la pandilla Séptima Ruta. Estas personas parecían tensas, en una postura como si enfrentaran a un gran enemigo.
—Hermano mayor, tal como esperábamos —Seamus Jackson observó a los miembros de la pandilla Séptima Ruta patrullando la entrada, apareciendo una sonrisa presuntuosa en su rostro—. Pero estos soldados camarones y generales cangrejos realmente no son suficientes para interponerse entre nuestros dientes.
Dicho eso, colocó su mano en su cintura.
—Aun así, es mejor ser cautelosos —Howie Will sostuvo su brazo, sus ojos firmemente fijos en la entrada de la ciudad.