Jian conoció al anciano y se enteró de que el emperador de la Dinastía Liang había sido herido por un asesino durante el Banquete de Longevidad, por lo que la ciudad entera estaba bajo ley marcial para capturar al asesino.
Ahora, era difícil para la gente dentro de la ciudad salir y también duro para aquellos fuera entrar. Muchos de los comerciantes que venían a comerciar habían montado puestos en el lugar.
—Hijo, ¿aún entraremos? Ha habido problemas en Hanyang, definitivamente no será divertido —dijo Jian a Pequeño Punto.
—Pequeño Punto pensó por un momento, —Entonces, ¿iremos a la Ciudad Capital de la Dinastía Yan en su lugar?
—De acuerdo —De inmediato, Jian dio vuelta al carro y dejó la fila.
En ese momento, un carruaje tirado por dos caballos se acercaba hacia ellos, conducido por una mujer vestida de rojo.