—Sally despertó a un silencio mortal que la rodeaba.
—Pronto descubrió que se había colocado una barrera insonorizada alrededor de la habitación para que pudiera descansar en paz.
—Sonriendo ligeramente en las comisuras de sus labios, levantó su mano y rompió la barrera insonorizada.
—Antes de que pudiera levantarse de la cama, Welly se acercó a ella—. Yanyan, ¿ya despertaste?
—Sí, ya me he recuperado completamente y ahora estoy perfectamente bien —Sally se estiró perezosamente, su cintura delgada una vez más, sin rastro de la ligera gordura de su embarazo.
—Welly le pellizcó su pequeña cara en forma de semilla de melón—. La carne se ha ido.
—¡Y ella apenas había ganado ese peso!
—Xiaomei ha ajustado el exceso de grasa, ahora estoy en óptimas condiciones —Sally se rió entre dientes.
—... —Welly parecía algo desanimado.
—¿Dónde están los niños? —preguntó Sally.