Shuang Yin reprimió sus dudas y tranquilamente lavó los platos.
Se limpió las manos. —Mamá, vuelve y descansa. Yo hablaré con el Tío Yun Hui.
Huanhuan sabía que ella iba a pedirle confirmación a Yun Hui y rápidamente dijo —Puedo ir contigo. Testificaremos al mismo tiempo. Así podrás juzgar mejor la verdad.
—No, ve a descansar primero.
La actitud de Shuang Yin era firme. Huanhuan solo pudo bajar la cabeza. —Está bien, me iré a la cama primero. Llámame si necesitas algo.
—Sí, ve adelante.
Shuang Yin fue a hablar con Yun Hui sola. Huanhuan llevó a Eggy de vuelta al dormitorio de arriba.
Desde que se reencontró con Bai Di y los demás, Huanhuan había tenido compañía para dormir casi todas las noches, pero esta noche, solo podía acostarse sola en la cama. Se sentía incómoda con el vacío a su alrededor.
Eggy rodó sobre la manta. —¡Mamá, abrázame!
—Sí, te abrazaré.
Huanhuan la atrajo hacia sus brazos y suavemente acarició sus plumas. Dijo con dulzura —Buena Eggy, duérmete.