No te daré más oportunidades

Sang Ye recogió a Huanhuan con una mano, y su parte inferior del cuerpo se transformó en una pitón.

Patrones demoníacos de color rojo oscuro se extendieron rápidamente desde la cola de la serpiente hasta el rostro de Sang Ye. Su ya atractivo rostro parecía aún más pálido y misterioso.

Huanhuan lo miró aturdida.

Los patrones demoníacos eran un símbolo de fuerza para los demonios.

Con tantos patrones demoníacos complicados, significaba que la fuerza de Sang Ye como demonio había alcanzado su punto máximo.

Sang Ye le cubrió los ojos. —No me mires.

Huanhuan estaba desconcertada. —¿Por qué?

—Soy feo.

Aunque Sang Ye no sabía mucho sobre las hembras, podía entender por el miedo y el disgusto de la gente que lo rodeaba que ahora era muy feo.

No le importaba lo feo que pareciera, pero no quería que Huanhuan lo viera así.

Esa era la razón principal por la que había insistido en no reconocer a Huanhuan aunque la reconociera.