No vale la pena salvarlo

—¿Por qué tienes dolor de cabeza? —preguntó Yun Hui rápidamente—. ¿Estás enferma? ¿Quieres descansar?

—No puedo descansar si te sientas aquí.

Al oír esto, Yun Hui solo pudo alejarse agraviadamente.

Finalmente estuvo tranquilo en sus oídos. Huanhuan suspiró aliviada. Finalmente podría descansar en paz.

Eggy yacía en sus brazos con ojos rojos del tamaño de sojas. Ella preguntó con curiosidad:

—¿Te estaba persiguiendo Yun Hui justo ahora?

—No —negó Huanhuan rápidamente.

Eggy estaba un poco decepcionada:

—Oh, pensé que ibas a tener una nueva pareja.

Huanhuan le pellizcó las pequeñas alas:

—¿Cuántos años tienes para pensar en tales tonterías?

—Si tienes una nueva pareja, es equivalente a tener un nuevo padre. También tendremos un nuevo miembro de la familia. Claramente es un regalo. ¿Cómo es una tontería?

Huanhuan se quedó sin palabras y solo pudo terminar el tema abruptamente:

—Deja de hablar y vete a dormir.