Huanhuan dijo lentamente —Sé que es demasiado difícil para ti resistirlo, pero si no puedes contener tu glotonería, no podré mantenerte a mi lado. Entonces, tendré que pedirle a tu padre que te lleve a vivir con los demonios.
Clemente siseó inmediatamente. ¡Se negaba a estar separado de su madre!
Huanhuan se puso de puntillas y se inclinó hacia adelante para besar su frente —¿Puedes contener tus deseos por mí?
Clemente no respondió.
Huanhuan lo miró con lágrimas en los ojos —Si quieres vivir con nosotros, tienes que aprender a vivir como nosotros. La resistencia es la primera cosa que tienes que aprender. Sé que este proceso será difícil, pero siempre estaré a tu lado. ¿Me lo prometes, de acuerdo?
Clemente sacó su lengua de serpiente y le secó las lágrimas.
El sabor salado y húmedo le hizo aprender vagamente el significado de las lágrimas otra vez.
Relajó su cuerpo poco a poco y se deslizó frente a ella, apoyando su cabeza en su cola de serpiente. Era una señal de obediencia.