Banquete

—En cuanto al equipaje, Huanhuan casi no tenía ninguno —comentó—. Guardaba casi todas sus cosas en su espacio consigo. No necesitaba empacarlas especialmente.

—Sin embargo, todavía utilizó este tiempo para buscar a Bai Luo y despedirse de él —añadió.

—En ese momento, Bai An y Bai Hao ya habían dejado el palacio —narró—. Los dos estaban a punto de correr en dirección de la puerta de la ciudad cuando se encontraron con su padre, Bai Di, en la puerta del palacio.

—Bai Di se sorprendió al ver a los hermanos corriendo hacia fuera —dijo—. ¿Por qué están aquí?

—Bai An dijo —Venimos a buscarlo.

—Bai Hao dijo —Mamá dijo que ibas a volver a Ciudad de Roca. Vinimos especialmente a seguirte.

—Bai Di miró detrás de ellos pero no vio a nadie. Frunció el ceño —¿Dónde está su madre? ¿No vino con ustedes?

—Los dos hermanos negaron con la cabeza al unísono, indicando que no.

—¡Bai Di pensó que eso no debería ser así!