Pesadilla (Parte 3)

Huanhuan dio dos pasos antes de que una pared invisible la detuviera.

Tuvo que detenerse y extender la mano hacia adelante. No había nada frente a ella, pero podía sentir algo como un muro de vidrio. Era muy suave y duro.

—¿Qué está pasando? ¿Por qué no puedo pasar? —preguntó.

—Este es el poder que Pesadilla usa para aislar objetos externos. Es como si estuviera cocinando comida deliciosa y hubiera un letrero fuera de la puerta para prohibir la entrada a forasteros no vayan a destruir sus manjares —dijo Pequeño Diablillo.

¡Qué metáfora sin sentido! Huanhuan no tenía poder para quejarse y preguntó lo que más le preocupaba:

—¿Cómo puedo deshacerme de este obstáculo? Tengo que despertar a Bai Di. No puedo permitir que se convierta en comida de Pesadilla.

—Déjamelo a mí —dijo Pequeño Diablillo.

Pequeño Diablillo levantó su mano derecha y la presionó contra la pared invisible. Poco a poco hizo fuerza...

Luz comenzó a brillar alrededor de su palma.