En el hueco del árbol de Bai Qingqing, Curtis dormía como una serpiente muerta después de haber llenado su estómago ya que no había dormido durante días.
—Squeak squeak.
El sonido de un ratón mordiendo cosas seguía resonando en el hueco del árbol. Bai Qingqing aguzaba sus oídos y escuchaba por un rato antes de murmurar —No será que la corteza está infestada de insectos, ¿verdad?
La mirada de Parker se posó en el cofre de madera y su nariz se contrajo. Caminó hacia él para abrir el cofre.
—Miau
Unos cuantos llantos de jóvenes cachorros de leopardo sonaron. Podían decir que su papá estaba enojado, así que sus llantos eran suaves.