An'an Enfermó (3)

—Grandes gotas de lágrimas rodaban por las mejillas de Bai Qingqing mientras murmuraba —¿Cómo pudo el veneno de escorpión contagiar a An'an? Es tan joven...

Luego se lanzó a los brazos de Winston y sollozó incontrolablemente.

—Winston la abrazó fuertemente y dijo —Se recuperará después de esta noche.

—Pero… ¿y si... —Bai Qingqing estaba sin aliento de tanto llorar, y tardó un rato en terminar su frase—. ¿No sobrevive... esta noche?

Winston no respondió y se quedó en silencio.

Bai Qingqing continuó llorando. Tenía la cabeza hinchada y un dolor de cabeza intenso por haber llorado tanto. No podía abrir los ojos y tampoco podía dormir. Winston la abrazaba y le daba palmaditas en la espalda de vez en cuando, mientras los dos permanecían así toda la noche.

Antes del amanecer, cuando el cielo nocturno estaba en su punto más oscuro, se podían escuchar una serie de pasos ligeros en el castillo de piedra.