Winston dijo:
—Probaré dormir con ella unos días.
—Hmmm —Bai Qingqing lo miró con una mirada significativa.
—Aullido jajajajajaja aullido… —Parker no le dio la cara a Winston y se echó a reír.
—Más bajo. Estás asustando a An'an —le dio con el codo Bai Qingqing.
An'an había llorado durante toda la noche y estaba medio dormida cuando Parker le dio un susto. Se animó y abrió sus ojos gris plateados de par en par mientras lo miraba fijamente.
—An'an debe tener hambre. Pásamela —Bai Qingqing caminó hacia Winston y tomó a An'an de él.
Harvey todavía estaba en la habitación, así que Bai Qingqing dudó en quitarse la ropa. Le lanzó una mirada a él.
Harvey dijo:
—Ya que An'an no llora más, me voy a retirar.
—Nos has ayudado mucho —Bai Qingqing le agradeció con la cabeza.
Harvey sonrió y se dirigió hacia la puerta del dormitorio.
Una vez que la puerta se abrió, los tres cachorros de leopardo entraron corriendo, trayendo una ráfaga de aire fresco y refrescante.