—Curtis —Bai Qingqing sujetó una delgada piel de animal y caminó hacia su nido.
—Curtis echó un vistazo a Bai Qingqing e hizo espacio para ella.
—Bai Qingqing se acostó a su lado, mirándolo con una mirada como si quisiera decir algo.
—Curtis levantó la mano y le cubrió los ojos, diciendo con una voz sin emoción:
— Si estás cansada, duerme.
—Bai Qingqing lo abrazó, su voz ligeramente temblorosa revelaba su ansiedad:
— Curtis...
—El corazón de Curtis se ablandó, y él la abrazó fuertemente, su tono sonando más suave:
— Antes de que ella te haga daño, no le haré daño —Esto significaba que si Bai Qingqing insistía en llevar a An'an al desierto para buscar a Winston, Curtis no sería capaz de aguantar a An'an por más tiempo.
—Bai Qingqing soltó un suspiro amargo, reteniendo la acidez en sus ojos, y respondió con una voz suave:
— En. Yo tampoco dejaré que me pase nada —No había manera de hacerla renunciar a An'an.