Volviéndome loco por el veneno haciendo efecto

Esta postura la hizo alzar la mirada con sus hermosos ojos. Sus ojos normalmente caídos se levantaron ligeramente con un toque de encanto en ellos.

Curtis no le importaba en absoluto que se manchara de aceite. Se encontró con su mirada y no pudo evitar quedar atónito. Su larga y delgada lengua salió disparada, tocando sus ojos, haciendo que Bai Qingqing parpadeara sin cesar.

—¿Por favor? —Bai Qingqing balanceó su cuerpo.

¿Cómo podría Curtis soportar no cumplir con los deseos de Bai Qingqing? Inmediatamente asintió pero planeó en secreto buscar esas presas por la noche.

En otro lugar, An'an también tenía hambre y seguía succionando con la boca. Se giró y miró a su alrededor, aparentemente buscando a su madre.

—Esto no puede seguir así. Mejor voy a buscar a Qingqing —Winston podía decir que An'an tenía hambre y frunció el ceño.

Alva recordó cómo estaba Curtis antes y dijo con gran sorpresa: