Sin Título

Curtis dijo con maldad:

—Los lugares por donde pasa la plaga de insectos quedarán como un bosque en llamas. El suelo estaría o bien lleno de cadáveres completamente devorados o de cuerpos maltrechos dejados atrás. Raramente alguna criatura viva quedaría con vida.

Bai Qingqing lo miró con incredulidad.

No podía entender por qué Curtis no se preocupaba en absoluto cuando había ocurrido un asunto tan grave.

Curtis pronto le respondió, diciendo:

—No hay necesidad de estar ansiosa. La plaga de insectos no durará mucho. Desaparecerán después de que llegue la temporada de fuertes lluvias.

Solo entonces Bai Qingqing tuvo algo de esperanza y cayó débilmente en sus brazos, temblando aún más fuertemente que antes.

Curtis disfrutaba de la dependencia de su compañera. Si Bai Qingqing levantara la vista, podría ver que su rostro estaba lleno de sonrisas.

Bai Qingqing miró hacia los cachorros de leopardo en la habitación y les hizo señas, diciendo con voz temblorosa: