Mr. Yan

Todos sabían que la hija mayor de los Shen había caído en desgracia tras ser abandonada por un sinvergüenza, quedarse embarazada fuera del matrimonio y luego ser expulsada por su familia, desamparada y desesperada.
La infame Shen Ruojing hizo acto de presencia en el banquete de cumpleaños de la Matrona de la primera familia, los Chus, donde la multitud se burló:
—Aquellos que dan un millón en dinero de regalo se sientan en una mesa.
—Aquellos que dan diez millones en dinero de regalo se sientan en una mesa.
—Señorita Shen, ¿podría decirnos cuánto dinero de regalo ha traído?
La multitud esperaba reírse de ella, pero entonces vieron a Shen Ruojing avanzar con un niño pequeño y delicadamente hermoso, —¿Podrían preguntarle a la Matrona dónde sentarse si uno trae un bisnieto?
***
Admitida en la casa de los Chus solo por el valor de su hijo, Shen Ruojing solo quería dejarse llevar, contenta de ser un pez ocioso, pero enfrentaba el desdén de todos los lados dentro de la familia:
—Nuestra familia cuenta con un hacker de primera, un maestro de la música, un genio artístico, un loco de la tecnología, cada uno renombrado en sus respectivos campos. ¿Y tú? ¿Qué sabes hacer?
Shen Ruojing se tocó la barbilla:
—Todas esas cosas que mencionan... sé un poco de cada una.
Tres adorables niños estaban a su lado y asintieron al unísono: Testificamos que Mamá en efecto sabe un poco de todo.

Mi esposa inesperada es una jefa secreta!

Después de gritar, se dieron cuenta de que algo no estaba bien.


—La ropa que lleva... no parece algo que Papá usaría. Papá nunca usa este tipo de ropa —dijo Chu Yu.


Después de quitarse la ropa de trabajo del estudio, Chu Yanshen ahora llevaba ropa vieja que solía ser de Song Chen.


Una chaqueta de mezclilla desgastada, debajo de la cual había una simple camiseta blanca, junto con pantalones negros que obviamente eran demasiado ajustados y ligeramente demasiado largos, rematados con un par de zapatillas deportivas.


Aparte de las nuevas zapatillas, las otras prendas que llevaba se veían de alguna manera cómicas y ridículas.


Era como si un refinado joven maestro de repente se hubiera puesto ropa de campesino, la ropa chocaba con su comportamiento.


—Sí, Papá se ve realmente pobre ahora —estuvo de acuerdo Chu Tianye.


—Además, Papá está enfadado en casa en este momento, no aparecería aquí —añadió Chu Xiaomeng, sosteniendo su peluche de dinosaurio.


Capítulo 571: ¡El Hijo Piadoso!