Mr. Yan

Todos sabían que la hija mayor de los Shen había caído en desgracia tras ser abandonada por un sinvergüenza, quedarse embarazada fuera del matrimonio y luego ser expulsada por su familia, desamparada y desesperada.
La infame Shen Ruojing hizo acto de presencia en el banquete de cumpleaños de la Matrona de la primera familia, los Chus, donde la multitud se burló:
—Aquellos que dan un millón en dinero de regalo se sientan en una mesa.
—Aquellos que dan diez millones en dinero de regalo se sientan en una mesa.
—Señorita Shen, ¿podría decirnos cuánto dinero de regalo ha traído?
La multitud esperaba reírse de ella, pero entonces vieron a Shen Ruojing avanzar con un niño pequeño y delicadamente hermoso, —¿Podrían preguntarle a la Matrona dónde sentarse si uno trae un bisnieto?
***
Admitida en la casa de los Chus solo por el valor de su hijo, Shen Ruojing solo quería dejarse llevar, contenta de ser un pez ocioso, pero enfrentaba el desdén de todos los lados dentro de la familia:
—Nuestra familia cuenta con un hacker de primera, un maestro de la música, un genio artístico, un loco de la tecnología, cada uno renombrado en sus respectivos campos. ¿Y tú? ¿Qué sabes hacer?
Shen Ruojing se tocó la barbilla:
—Todas esas cosas que mencionan... sé un poco de cada una.
Tres adorables niños estaban a su lado y asintieron al unísono: Testificamos que Mamá en efecto sabe un poco de todo.

Mi esposa inesperada es una jefa secreta!

—Las palabras de Rick apenas habían salido de su boca cuando Karl inmediatamente explicó —No estaba hablando de tu anciano, me refería al Sr. Chu, él realmente está mostrando muy poco respeto por el Sr. Loong, ¡es excesivo!


Rick quería decir algo más, pero Jing Zhen y Yan Zixuan se acercaron.


—Sr. Rick, esto podría ser un malentendido —explicó apresuradamente Jing Zhen—. ¡Yanshen no tenía intención alguna de faltarle al respeto al Sr. Loong!


Jing Zhen podría menospreciar a su yerno e incluso desear que su hija no estuviera con él, pero era protector con los suyos, ¡no permitía que foráneos faltaran al respeto a Chu Yanshen!


Por ejemplo, ahora, que Karl estuviera apuntando a Chu Yanshen había enfurecido mucho a Jing Zhen.


—Nosotros, la gente del País A, siempre hemos respetado al Sr. Loong —miró directamente a Karl—, nunca hemos tenido la intención de tratarlo con negligencia, Sr. Karl, pero ¿y usted? Desde que llegó aquí, siempre ha causado problemas, ¿por qué es eso?


Capítulo 650: Uno de Nosotros