Tío consentidor Segundo (2)

La tarifa de consulta del joven príncipe real era una caja de oro. El depósito por ese paciente ya era una caja de oro. ¿Quién era más valioso que el joven príncipe real?

—Solo tienes que tratarlo sin preocupaciones. Si no puedes tratarlo, no te culparé —dijo el Emperador Jin Occidental.

Se podría decir que esta condición era muy tentadora. Esos médicos imperiales fueron enviados a tratar al joven príncipe. Si no podían ser tratados, serían todos interrogados. Se podía ver que el Emperador Jin Occidental no era una persona de corazón blando.

La razón por la cual podía comprometerse hasta este punto era en primer lugar por los poderes detrás de Su Xiaoxiao, y en segundo lugar, y también lo más importante, la otra parte era muy fundamental para él, hasta el punto de que tenía que humillarse para buscar tratamiento médico.

—Tengo que ver al paciente primero para ver si puedo tratarlo. O, echaré un vistazo a su caso médico y entenderé su condición —pensándolo, Su Xiaoxiao dijo.