Leng Hua nunca había visto a alguien así en el campo de batalla. Tenía innumerables métodos para enfrentarse al enemigo. Luchaba en cada batalla con brillantez. En cuanto a formaciones, quizá no fuese tan experimentada como su abuelo y Qin Canglan, pero era demasiado inteligente y astuta. Siempre podía ganar por sorpresa. Cada vez que el enemigo pensaba que habían descubierto sus métodos, ella siempre tenía nuevos trucos.
El ejército de Yan del Norte fue atónito por los mecanismos. El peligro desconocido era el más aterrador. Una pequeña ciudad condal que parecía árida y vacía era como una bestia feroz con su boca sangrienta abierta. No importaba adónde fuera el ejército de Yan del Norte, sentían pánico.
Su Xiaoxiao estaba en la calle y observaba la situación a su alrededor.
De repente, dos guerreros de la muerte se abalanzaron hacia ella y Leng Hua.
Leng Hua bloqueó el Sable de Anillo del otro con su espada, y los dos lucharon fieramente.