Aunque solo era una pequeña receta medicinal, su importancia era inmensa. Si Sang Zhilan realmente quería la receta para prevenir enfermedades, entonces Tang Yuxin podía darles la medicina que había preparado, toda la que necesitaran. Después de todo, si un extraño lo pidiera, ella accedería, por no hablar de alguien que estuviera emparentado con ella por sangre. Aunque no le gustara Zhilan, aunque la odiara, Sang Zhilan sí tenía un punto cuando decía que Yuxin le debía una vida por haberla dado a luz. Incluso si Sang Zhilan consideraba sus palabras tan triviales como una flatulencia, Yuxin aún tenía que reconocer esta conexión de sangre.
—Quiero la receta.
Sang Zhilan realmente quería gritarle a Tang Yuxin, —Haces demasiadas preguntas.
Pero al final no gritó, temerosa de que cuanto más gritara, menos probable sería que Tang Yuxin se la diera.