Este niño no es otro que aquel con el que Ren Ying estuvo embarazada hace tantos años. Ren Li se dio cuenta a primera vista de que éste era el hijo de Wu Bin, quien no se parecía en nada a Wu Bin, sino que tenía un sorprendente parecido con Ren Ying de niña, prácticamente idéntico.
Sin embargo, parecía que había algo que no estaba bien en el niño. Un niño de su edad debería parecerse a Chengcheng, con la piel clara sonrosada, la ternura y limpieza única de un niño, y por supuesto, un rostro regordete. Lo más importante es que los ojos debían ser claros, con las blancas y las pupilas bien definidas.
Pero las blancas de los ojos de este niño tenían un tono enfermizo, grisáceo, no parecido al de un niño normal sino más bien como el de los ojos nublados de una persona anciana después de una larga enfermedad.