—Xiao Tian, ¿podemos vernos ahora? —preguntó Long Jingxian—. Hay algo que quiero decirte.
Sus palabras lo sorprendieron mucho.
—¿Tiene un problema de nuevo?
Xiao Tian sabía que Long Jingxian tenía algo importante que decirle porque pudo darse cuenta inmediatamente por su voz.
—Claro —respondió Xiao Tian—. Encontrémonos ahora.
—¡Genial! ¿Qué te parece si nos encontramos en la Tienda de Té Hozi? —era el lugar donde solían encontrarse, así que Long Jingxian sugirió reunirse allí.
—Está bien —Después de decir eso, Xiao Tian fue a la Tienda de Té Hozi.
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Tienda de Té Hozi.
Actualmente, Xiao Tian y Long Jingxian estaban sentados en el sofá junto a la ventana.
Xiao Tian, que estaba sentado frente a Long Jingxian, preguntó con curiosidad —¿De qué quieres hablar?
En lugar de responder a su pregunta, Long Jingxian preguntó —¿Quieres conocer a mis padres mañana?
Una expresión de profunda sorpresa floreció en el rostro de Xiao Tian.
—¿Qué? ¿Conocer a sus padres?