Ven a mi oficina más tarde

La cara de Da Shan se tornó triste cuando su esposa dijo que no podía tomar té con él inmediatamente.

Quería gritarle, pero no lo hizo porque eso empeoraría su relación con ella más tarde.

Había estado tratando de hacer que su relación fuera armoniosa de nuevo, así que no podía hacer nada que la enfadara, o de lo contrario sus esfuerzos habrían sido en vano más tarde.

Por esta razón, Da Shan decidió ocultar su decepción profundamente en su corazón.

—Está bien. Dime cuando termines tu trabajo —dijo él. Porque no quería que su esposa supiera acerca de sus sentimientos, su expresión volvió a la normalidad.

Por supuesto, una chispa de decepción seguía en su corazón, pero su rostro se llenó de una sonrisa como si estuviera encantado de estar con ella.

«Al menos ella aceptó tomar algo conmigo más tarde.»

Lo añadió en su mente.

—Está bien —respondió Su Ruanyi asintiendo con la cabeza.

«¿Por qué me invitó repentinamente a tomar té con él?»