Después de mirar a sus padres y a Xiao Tian, Su Ruanyi dio una respuesta honesta —Estoy enamorada de él.
Decidió decir la verdad porque creía que a sus padres también les gustaba Xiao Tian. Él les había ayudado muchas veces, así que no había forma de que a sus padres no les agradara.
La felicidad brotó en el interior de Xiao Tian como una explosión de fuegos artificiales. Claro, ella había confesado sus sentimientos hacia él hace unos días, pero admitirlo frente a sus padres era diferente.
Era como si ella le diera una señal de que estaba seria respecto a él. Por eso el corazón de Xiao Tian estaba lleno de felicidad.
En ese momento, Xiao Tian quería levantar el cuerpo de Su Ruanyi y besarla, pero no podía hacerlo porque sus padres estaban junto a ellos.
Su Guanyu y Qian Na sonrieron. Solo querían saber la verdad porque su relación con Xiao Tian era más que amigos pero menos que amantes.