Actualmente, Xiao Tian y Su Ruanyi estaban teniendo sexo en la posición del misionero. A pesar de que llevaban aproximadamente veinte minutos en ello, todavía no habían alcanzado su límite.
Ambos, Xiao Tian y Su Ruanyi, estaban disfrutando tanto, que se olvidaron de que Ju Xing y los demás dormían no muy lejos de ellos.
—Ah… Ah… Ah… —Su Ruanyi reprimía sus gemidos lo más bajo que podía.
Su rostro bonito se había transformado en una expresión lasciva y sus ojos azules estaban llenos de lujuria.
Cada vez que Xiao Tian movía su cintura, un gemido seductor escapaba de su pequeña boca.
En este momento, Su Ruanyi se veía tan seductora. Sus gemidos, expresión, mirada; todo parecía tan tentador.
Si cualquier hombre la viera, la mayoría enloquecería de inmediato porque realmente se veía tan seductora.