—Hermana mayor Yun, desde mañana me convertiré en tu guardaespaldas hasta que atrapemos al cerebro detrás de todo —Xiao Tian fue directo al grano.
—¿¡Qué?! —Yun Xin Er y Fu Rou dijeron al unísono.
Les costaba creer lo que estaban escuchando.
Claro, le habían dicho a Xiao Tian que alguien quería herir o matar a Yun Xin Er, pero no esperaban que él quisiera ser su guardaespaldas.
—¿Por qué? —preguntó Yun Xin Er.
—Porque con esto, puedo protegerte todos los días —Xiao Tian dio una respuesta sincera.
Yun Xin Er y Fu Rou intercambiaron una mirada. En ese momento, Yun Xin Er estaba aún más segura de que realmente era importante para Xiao Tian.
Incluso estaba dispuesto a ser su guardaespaldas para protegerla. —Pero, ¿no es esto peligroso para ti y tu negocio? ¿Qué pasa si el público descubre quién eres más tarde?
—Sí —agregó Fu Rou—. Arruinará tu reputación y futuro, ¿sabes? ¿Has olvidado que tú también eres una persona famosa?