Atacando a la Pandilla Dragón

Bar Flor Roja, Dormitorio de Lan Ruoxi.

Lan Ruoxi estaba de pie detrás de las ventanas.

—Joven maestro Xiao, no te dejes matar en la guerra.

No participó en la guerra porque Xiao Tian no se lo permitió.

Por supuesto, Xiao Tian sabía que Lan Ruoxi podía ser de gran ayuda porque era una poderosa artista marcial.

Sin embargo, le prohibió participar en la guerra porque no quería depender de ella si no tenía otra opción.

Había prometido protegerla, por lo que se podría decir que rompería su promesa si le permitía participar en la guerra, ya que la pondría en peligro.

—Espero que ganes la guerra más tarde.

Lan Ruoxi entonces salió de su habitación.

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Después de conducir por unas dos horas, Xiao Tian y los demás finalmente llegaron a la sede de la Pandilla del Dragón.

No los atacaron de inmediato; en cambio, se detuvieron no muy lejos de la base de la Pandilla del Dragón.

Su base estaba rodeada de innumerables árboles, así que podían esconderse bien.