¡Oye, no robes mi invento!

—Quiero que golpees a unas cuantas personas para mí —Ye Xueyin fue directa al grano.

—Sí, ella decidió ayudar a Ye Rou Bing y a Fu Fu.

—En realidad, no quería golpear a Ye Hang y a los demás, pero cambió de opinión después de escuchar las palabras del doctor.

—El doctor dijo que las heridas de Ye Houteng eran graves y no sabía si Ye Houteng podría salvarse o no.

—Él le dijo a Ye Rou Bing y a Fu Fu que rezaran a Dios porque él solo era un doctor.

—Por eso decidió ayudar a Ye Rou Bing y a Fu Fu porque Ye Hang y los demás habían cruzado la línea.

—No solo golpearon a Ye Houteng hasta dejarlo en coma, sino que además lo hicieron por un extraño.

—Ye Houteng era su hermano, pero aún así tuvieron el corazón para hacer eso.

—¿¡Qué?! ¿Golpear a unas cuantas personas? —Los subordinados de Xiao Tian se sobresaltaron.

—Sin embargo, sus caras de sorpresa se convirtieron instantáneamente en sonrisas.

—La razón era simple.

—¡Les encantaba golpear a las personas!