¿Quién coño es Él?

Dentro de una gran y lujosa oficina, dos personas estaban sentadas en el sofá; un joven y una dama madura.

El joven tenía un rostro apuesto y una hermosa sonrisa. Cualquier mujer que lo viera inmediatamente elogiaría su atractivo y no podía apartar los ojos de él.

Su cabello negro peinado a la perfección, y los rasgos de su rostro estaban en perfecta proporción entre sí.

No solo eso, sino que sus ojos negros también tenían la misma claridad impactante que el rocío matinal.

Cualquier mujer que viera sus hermosos ojos negros sentiría como si sus ojos se convirtieran en pequeños agujeros negros que les succionaban el alma.

Como el joven, la dama madura también era excepcional. A pesar de que ya tenía cuarenta y cinco años, aún se veía joven.

Sus labios rosados y su nariz fina combinaban perfectamente con su bonito rostro ovalado. Junto con sus ojos verdes y su largo cabello negro la hacían ver aún más bella.