Ava: No está ahí

—¿Descubriste algo ya? —me comunico con Grimorio, quien ha estado en silencio. Puedo sentir a Selene observando, pero no tengo idea de lo que está haciendo. A veces desearía poder absorber su experiencia en mi cabeza para no tener que aprender a hacer las cosas por mí mismo.

—No seas perezoso —me regaña.

—Okay, pero ¿descubriste algo ya?

—Él está en silencio, dejando que mi cerebro pique mientras espero su respuesta. Finalmente, lo hace.

—No.

—Útil.

—No me culpes. Estoy limitado en mis habilidades hasta que llegues aquí.

—No te estoy culpando—refunfuño, casi resbalando en un parche de hielo que se ha resolidificado. La temperatura ha bajado más de lo que pensaría. El cielo ni siquiera está completamente grisáceo.

—Mi magia se retuerce en mi vientre, y me doy cuenta de que me he cubierto con una ligera capa de calor sin pensarlo dos veces.

—Como piloto automático, pero la versión mágica.

—Bien.

—Deja de impresionarte a ti mismo y apresúrate.