LUCAS
Todos estamos de pie en lo que debe ser la habitación de Jericho. Su aroma es intenso en el aire, y una silla de ruedas yace de lado, arrojada en una esquina.
Es una vista perturbadora que plantea la pregunta: ¿sigue vivo? Incluso si huyó, ¿hasta dónde podría llegar sin una silla de ruedas? Y si está cautivo, ¿qué tan mal lo estarán tratando como a un inválido?
Aurum gruñe, su ira resonando a través de mi cráneo. La imagen de esa silla de ruedas se quema en mis ojos y en mi alma. Un duro recordatorio de la nueva vulnerabilidad de Jericho, y mi fracaso por protegerlo.
Vester es el primero en alejarse de la ominosa imagen, su voz clara a través del vínculo de manada. —¿Cuál es nuestro próximo movimiento?
El reloj sigue muerto. Ninguna señal desde Desembarco del Lobo, ninguna palabra de Ava o Kellan. El silencio está lleno de demasiados escenarios que he imaginado en mi cabeza.