El calor de una diosa

Me sentía muy reconfortado, como si estuviera durmiendo en la cama más cómoda del mundo, con la mejor almohada posible. Alguien me acariciaba el pelo de manera muy agradable. Lentamente abrí mis ojos. Morrigan estaba muy sonriente observándome.

-¿Te encuentras bien, cuervito?

-Si... me puedes decir ¿por qué estas desnuda?

Morrigan me tenia sobre sus muslos lo primero que vi al despertar fue un bonito par de senos, muy bien formados con los típicos pesones rosados. Su piel, nunca lo habia notado, era prístina, y siempre me habia gustado su rostro, me sentía casi en transe admirando su belleza.

-Es porque tú llegaste desnudo, además por lo visto andas muy libidoso últimamente.

Me mire y claramente estaba como dios me trajo al mundo, eso no me lo espere, pero por muy seducido que me encontraba con el ambiente, me moví rápidamente para apartarme un poco de Morrigan.

-¿Podrías ponernos ropas, es incomodo?

-No quiero hacerlo, además podrías colocártela si quisieras, pero tus instintos te controlan mucho más. - dijo apuntando mi entre pierna.

No podía culparme, físicamente Morrigan era hermosa, no habia nada en su cuerpo que no quisiera mirar, hasta encontraba bonito la forma salvaje de su vello pubico.

-Necesito hablar contigo, pero estando así no puedo concentrarme. - dije apartando la mirada de su cuerpo.

Sin que me diera cuenta en que momento sucedió, Morrigan apareció frente a mi, muy pegada de hecho, ella me había agarrado el pene con su mano y me estaba sobando mientras lo presionaba con su vientre. Era algo que se sentía muy bien, pero a los pocos segundos vino una sensación de asqueado, me sentía que le estaba siendo infiel a Hero, así que la aparte de mi.

-Lo lamento Morrigan, no quiero ser descortés, pero solo quiero hacer estas cosas con Hero.

Ella se rio de mi.

-No mientas cuervito mío, también la deseas a ella, a esa largoviviente que llamas Velaria, la quieres tanto sentimentalmente como carnal, ella te satisface casi tanto como esa otra mortal a la que llamas Hero, y lo sabes bien.

-Mientes. - dije algo frustrado, yo quería negar ese sentimiento.

-No tienes la culpa, además tu pareja siente lo mismo que tú, debido al quirilian de esa mujer, ella conecto con ustedes, es la manera de amar de su especie, pero ese vinculo no esta consagrado, desaparecerá con el tiempo si no es consumado, esta en ustedes tomar esa decisión de incluir a un nuevo miembro a su familia. - dijo entre risas Morrigan.

Todo lo que me menciono me genero mucha más dudas y preguntas, pero eso era algo que ahora debía discutir con Hero, eso me daba miedo, pero tenia que hacerlo, porque no habia mentira en lo que ella decía, al menos en como me sentía era verdad.

-Yo vine para hablar de otro asunto, necesito...

-Aprender a controlar tu mayus Gran, lo sé, pero ya te dije que debes mantener tu mayus siempre activo, es la manera más rápida en el que aprenderás a manejarlo. Aun así hay otra opción, busca a Velaria y pídele que sea tu maestra, ella te puede instruir en lo avanzado y su acompañante lo básico, de hecho preferiría que lo hicieras, te volverías con el tiempo alguien que podría derrotar a Arthur.

Por lo visto estaba claro que ella sabia que estaba sucediendo, al final tenia ojos en todas partes, pero me interesaba mucho lo de poder derrotar a Arthur, quería vengarme sobre todo por lo que le hizo a Hero...

-¿Cómo es que él y yo podemos ocupar el mayus de los largovivientes Morrigan?

Ella desaparición frente a mis ojos dejando una estela de humo negro, para aparecer por mi espalda abrazándome muy picaronamente.

-Ese Sir al que tanto miedo le tienes ahora, oculta más cosas de lo que crees, pero cuando vuelvas a ver a Velaria, pregúntale sobre la unión entre los de su raza y los humanos. Respecto a ti Granet, esa respuesta no debo entregártela, debes descubrirla a su tiempo, con tu propio mayus. - menciono lamiéndome el cuello, lo que fue algo muy sexy y repugnante a la vez.

Al final vine para nada, o eso pensaba... se me ocurría algo, estaba claro que debía fortalecerme, así que decidí preguntarle algo que podría ser de ayuda.

-Morrigan si puedo ocupar el mayus, ¿puedo aprender a ocupar magia como Velaria?

-Interesante pregunta, en escancia si, todo ser viviente podría ocuparla, el problema es que no saben como, pero ya que eres mi campeón, podrías intentar eso, solo uno de mis hijos pudo aprender a ocupar mi magia Granet, ¿Por qué no lo intentamos contigo?

-¡Si!, si eso me hace más fuerte, quiero intentarlo.

-El conjuro es birgitis fustas ases.

De la mano de Morrigan brotaron unas llamas negras, que al cerrar su puño se apagaron.

-¿Solo debo repetirlo?

-Si, pero imagínalo, que sea una orden, como si pudieran manejar el fuego a tu voluntad, piensa en tu mayus, pero en vez de sentirlo como una flama, hazlo como su fuera una sabana blanca que envuelve tu cuerpo, ahora materialízalo.

Me concentrar, lo de una sabana blanca nunca lo habia pensando, así que lo incorpore, verlo así hizo mucho más manejable mi mayus que pensarlo como una llama pequeña, pero ahora no se trataba de eso, sentía una presión en el brazo que quería lanzar el hechizo, veía el fuego en mi imaginación, me sentía listo.

-birgitis fustas ases.

Apenas y salió una pequeña llama negra del tamaño de un fosforo, eso fue patético, ni siquiera pude hacer algo decente.

-Tal vez la magia no sea lo mío... oye puedes decir algo.

Morrigan estaban silencio con un rostro de sorpresa, hasta que comenzó a reírse, como si le hubieran contado un chiste tan malo que era inevitable soltar carcajadas.

-No me puedo creerlo, lo hiciste muy bien, Granet ni siquiera esperaba que pudieras manifestar algo de fuego, y lo lograste a la primera, si sigues practicándolo deberías tomarte un mes, nunca lo hagas sin tener mayus, si no te matara, la magia depende de la energía de la almas mortales, es muy distinta a como podemos ocuparla los dioses. -Dijo Morrigan abrazándome nuevamente por la espalda.

Sentí sus pecho apretarse contra mi lo que lograba calentarme, pero me hacia sentir muy incomodo, así que me aparte.

-Gracias por ayudarme Morrigan, y se que de algún modo lo pagare, no se como, me da miedo porque no tengo idea que planeas conmigo, pero agradezco toda tu ayuda.

Me arrodille ante ella.

-Cuando quieras eres bienvenida a participar en las guerras que este presente, puedes hacer lo que desees.

-Siempre tan cautivador, tal vez esta ves te tome la palabra y me divierta contigo, ya veremos.

Ella me tomo del mentón acercándose a mi rostro.

-Ahora no tienes que estar cerca de la muerte para visitarme, solo debes concentrarte en mi, cuídate cuervito mío, estas creciendo muy bien, recuerda practicar.

Ella me beso, sin que pudiera hacer nada, lo raro que los besos de ella siempre entumecían mi mente, como si me desconectaran de algo.

Cuando abrí los ojos Hero me estaba haciendo respiración boca a boca, y de golpe vote mucho agua, sin parar de toser.

Cuando reacciones ella me abrazo, estaba empapada de pies a cabeza, y llorando, me gritaba bastante, pero yo aun no entendía que estaba sucediendo, repetía constantemente que era un tonto. Lo unico que comprendía era que estaba aterrada por algo, así que la abrace para contenerla.

-Tranquila, sea lo que hice, discúlpame.

-Idiota te estabas ahogando, si no vengo a espiarte despues de que viera lo que tu veías, estarías muerto. Puedes ser un poco más comprensivo, que hago yo si te pierdo, que pasaria con Gwyn, no me vuelvas hacer esto Granet.

Que me llamara por mi nombre completo significaba que estaba enojada conmigo.

-Lo lamento te prometo que no volverá a suceder, solo dime una cosa, viste lo que yo vi, como yo vi que discutías con Will, pero también la viste a ella, ¿no es así?

Ella me miro seriamente, respondiéndome que si.

-¿Hero amas a Vel?

-No, por su puesto que no. - respondió nerviosa.

-Yo creo que si la amas, como me amas a mi, y yo te amo a ti, a lo que quiero llegar es que también tengo sentimientos hacia ella, además es de la única chica que hablo que no te molesta, eso me hace preguntar ¿que nos pasa a ambos con Velaria?

-Pronunciaste mal su nombre... si tengo sentimientos por ella, pero es extraño se siente como si hubieran sido puestos, si tengo que pensar bien la amo románticamente, pero de manera distinta, y la intensidad con lo que te quiero a ti es mucho más grande, es complicado, pero respondiendo creo que si de alguna manera ambos queremos a esa mujer, pero no permitiré que me aparte de ti.

-Nunca sucederá eso Hero, pero ¿seria muy malo hacerla nuestra esposa?

Hero puso una sonrisa demasiada pervertida en su rostro, yo me esperaba de hecho hasta que se enojara.

-Podríamos intentarlo, imagínate las cosas que haríamos en la cama los tres... creo que no soy el unico que se éxito Gran... no hay nadie así que con permiso.

-Hero que haces espera.

Ella se quito los pantalones, y aprovechando que no tenia fuerzas para luchar ella misma coloco mi pene dentro de su vagina. Tampoco era como si me pusiera en contra de lo que quería hacer.