Como perro y gato

Estábamos todos reunidos en el patio para presenciar el combate de Willfest contra Tata, yo estaba algo nervioso, porque tenía algo de miedo de que a Will se le pasará la mano, no es que me inclinada hacia el en la victoria, solo que ya a demostrado que no puede controlarse cuando lucha contra un largoviviente.

-Will, escúchame bien, quiero ver el Sir que conocí, no al hombre lleno de odio que cuando nos topamos con Velaria y se perdió en el odio, esto es sin matar, ¿Entendido?

-Transparente como el agua Gran, pero mi orgullo está en juego, no la matare, pero voy a dejarle en claro un par de cosas.

Sus palabras no me gustaron demasiado, parecía casi una provocación.

Algo resignado iba a ponerme en medio de ambos para dar iniciado el duelo, pero mi querida Velaria me hablo.

-Ganara Tata, Gran, tenlo por seguro, nunca la he visto perder en su vida y ella tiene más de mil años de experiencia en combate y guerra.

Eso me estremeció por dentro, ¿Cómo es que tiene más de 1000 años de experiencia?, ¿Cuántos años pueden vivir?

-Querida, no sé si escuché bien, ¿Acabas de mencionar 1000 años?

-Así es, Tata, es una de las largoviviente más longevas y como yo, también se enamoro de una humano, nuestro querido Hood, ella sabe que es vivir entre tu especie y ser aceptada, sabe muy bien cómo pelean lo de su clase, es por eso que creo, no, estoy segura que ganará.

Hubo una cara muy nostálgica cuando menciono a ese tal Hood, casi me dio un poco de celos, pero deseche el sentimiento inmediatamente, aún así no creo que el enfrentamiento fuera tan sencillo como le dice ella.

-Si quieres mi opinión Willfest, puede llegar a ser un monstruo si se lo propone, nunca le he podido ganar, no digo que vaya a ganar, pero no será una batalla sencilla para Tata, que opinas tu Hero.

Ella está jugueteando con Gwyn, así que no escucho mi pregunta, pero captó que le había hablado y se la repetí.

-Creo que ambos son estúpidos, en vez de unirnos, su orgullo los dividí, además el cabezota de Will tiene un serio problema, pero concuerdo con Gran, Vel, no creo que se lo deje fácil a Tata.

Se notaba que Vel no era capaz de entender nuestra perspectiva, además que la única vez que vio pelear a Will fue lamentable, ahora no creo que eso que sucedió pasará, estaba ansioso, pero a la vez tranquilo, parecía incluso alguien más joven, listo para enfrentarse a Tata, después de haber visto eso, me afloro la necesidad de que Will ganará.

-Will demuestra porque eres mi maestro. - grite.

Tata me observo sin decir nada, Will por ende pidió silencio aunque, logré ver un dejo de sonrisa en su rostro por mis palabras.

- Muy bien, escuchenme todos, está solo será un duelo de entrenamiento, para ganar basta con solo que uno se rinda, quede imposibilitado o quedé desarmado, esas son las reglas, nada de muertes, si alguien mata al otro será gravemente castigado, hablo en serio.

Ambos aceptaron los términos, eso me sorprendió porque pensé que Tata protestaría con lo último que dije, fue curioso, pero mejor.

Observé cuidadosamente a este perro orcus, algo de lo que me había dicho Granet el día de ayer me quedo haciendo ruido, que tuviera cuidado del. Solo era un humano más, mírenlo, puedo verlo como viene a mi casi a cámara lenta, tan predecibles, es todo un viejo ya entren los suyos, pero apenas un niño para mí.

Me moví un paso a la izquierda evitando su corte, sin necesidad de haber sacado mi espada aún, el volví a arremeter, pero su ataque quedó en nada cuando di un pequeño brinco hacia atrás, sus movimientos eran tan aburridos que me molestaban, me recordaban a él, eso me irritó.

Saque mi espada, no la de acero si no la otra, cuando lo hice muchos hicieron sonidos de asombro o de gracia, ya que mi espada parecía de cristal, traslúcida, pero estaba forjada desde hace mucho tiempo, incluso más vieja que yo, de una criatura extinta.

Solo tuve que desviar su espada con la punta y cuando paso de largo le di un golpe en el trasero con el plano, lo que provocó risas ante los demás.

-Ves Granet, te dije que Tata iba a ganar muy fácilmente. - La oí decir con mis orejas sensibles.

-Aun no está nada dicho, Tata, dejo pasar su oportunidad por querer jugar con el. - oí al muchacho decir.

Ese comentario me molesto, que había dejado ir mi oportunidad, tonterías, sus movimientos eran simples, muy apegado al estilo clásico de un espadachín, era ver en regla todo lo básico, como dije muy aburrido.

El se dió vuelta rápidamente, pero tenía todo controlado, nuevamente quise desviar su ataque con la punta de la espada, pero está vez no pude, me abligo a bloquear cuando giro un poco la espada cuando quise bloquear solo con la punta.

¿Qué había hecho?, Sea lo que sea fue extraño, algo de lo que no pude darme cuenta, se movió muy raro, es como si no hubiera podido verlo con mi mayus.

Está vez fue al ataque, me cole por su izquierda mandé un swing, que si le hubiera dado lo pude haber matado, lastima que falle.

El dio una vuelta completa, como si no pudiera entre ver esa finta mal hecha, solté una carcajada y fue a terminar esto, pero una vez quise hacerlo, la punta de la espada del perro furioso me hizo una cicatriz en la mejilla.

Nuevamente mi mayus no me mostró como fue que había hecho.

El mantenía un rostro sereno, era muy distinto a cundo choque espadas con el cuando entre al castillo.

No pude seguir subestimándolo, así que tuve que admitir que era un buen contrincante, y ahora me sentía mal por haber jugado con el al inicio.

Me posicione atrás de él sin que pudiera hacer mucho, cuando iba a hacerle un corte, la espada de el paso cerca de mi cuello, sus movimientos parecían cambiar entre lento y rápido, algo había que él estaba haciendo que no podía ver, ¿Cómo era que podía enfrentarme casi de igual sin tener mayus?, que es lo que no veía...

Los dos comenzamos a chocar espadas sin parar, esto era ya una batalla de resistencia y en eso yo ganaba fácilmente, ninguno de los dos retrocedía, debes en cuando me hacía uno que otro corte sin importancia y yo no podía ni siquiera tocarlo, era igual a ese hombre, Willian Marshall, ese desgraciado.

Forcé más y más mi mayus, para tener mucha más ventaja, pero en vez de superarlo, el lograba hacerme más daño, no comprendía nada.

Mis ojos se desviaron hacia Vel, que levantaba de su asiento preocupada por mi.

-No entiendo. - dijo ella.

Desactiva tu mayus y lo entenderás Vel, míralo bien, está jugando con ella, porque el comprendió que cuando ocupamos el mayus vemos todo lento, así que lo único que tiene que hacer para despistarnos es...

-Detenerse y cambiar el ritmo, pero eso no, como es que...

Había escuchado suficiente sin eso yo hubiera perdido totalmente, este desgraciado era incluso más temible que Marshall, es estaba acostumbrado a matar largovivientes y creo un estilo propio para hacerlo, debería estar furiosa, pero como guerrera me sentía orgullosa.

Desactive mi mayus, espere a que me atacará, con un corte ascendente agachándose en una extraña posición, y cuando comenzó a subir se detuvo, entonces le raje la espalda en ese momento, el no detuvo su ataque fue hacia mi cuello, pero ya había captado el truco y fallo, lo desarme y Granet rápidamente dio por terminado el duelo.

Vel me miraba con orgullo, pero de eso nada, casi pierdo por mi propio orgullo, haber vuelto a convivir tanto tiempo con los míos me nublo el juicio, ¿cuántas veces los orcus, me habían demostrado que eran capaces por muy delicados o debiluchos que fueran?, incluso perdimos la guerra con una raza que considerábamos inferior.

-Fue un muy buen combate Willfest, luchas muy bien para un orcus, me disculpo por no haber tomado el combate enserio al inicio.

Le tendí la mano a ese hombre que estaba en el suelo con el orgullo herido.

Granet había corrido a ver cómo estaba su maestro.

Y cuando menos me lo espere, ese humano se comió su orgullo y tomo mi mano para que lo levantará.

-Que quede claro que no me agradas para nada mujer, pero se cual es mi lugar en este momento, el de los perdedores.

Granet sonreía.

-¿Quieres que busque una espada caliente para cerrar la herida Will?

-No te pases muchacho apenas y me cortó, dejemos al aire que lo sane, ahora ya sabes cuál es la debilidad de ellos Gran, el resto depende de ti.

Así que para esto fue todo esto, baile en la mano de Willfest desde el inicio que humillante, no pude evitar reírme, pese a que todos me miraban con extrañesa.