-Necesitaremos ayuda externa, Gran. Si queremos que tu plan funciones, personas que conozcan bien el terreno, y que puedan moverse rápidamente a Leap, despues de atacar a a los otros pueblo, sabes lo que quiero decir, lo necesitas a él.
Escuche con cuidado a Willfest, mientras Hero y Vel, me preguntaron de quien hablaba.
-De mi pelón amigo, Hero, Finley. Es el que lidera a los Irlandeses en la rebelión Vel.
-Si por mucho que me digas eso, no entiendo del todo, los he visto matarse una y otra vez como salvajes, ni siquiera nosotros hacemos eso... hasta hace no mucho por lo visto.
Le di un beso para animarla, sin importar lo que me digiera el resto.
-Si, tendremos que convencer a Finley, estoy de acuerdo con eso Willfest.
-¿El hombre del hacha? Elrik, siempre hablo bien de él, decía que su fuerza era incluso superior.
-Él mismo Yger -mencione
-Él es respetado por varios, creo que eso agradara a nuestra gente -dijo Yger con una sonrisa.
Me puse a pensar un poco, pero Hero me interrumpió.
-Creo que deberíamos hacer algo con Dublín, mantenerlo ocupado con otra cosa, para que no pueda mandar fuerzas de apoyo, desconectarlos, porque si la guerra se nos alarga, podríamos quedar atrapados entre dos ejércitos, Leap, esta hecho para resistir, imagínense si logran aguantar dos meses, eso es algo de tiempo que no tenemos y dinero menos, tenemos que ver también como financiar todo este ataque, porque con los impuestos que robamos, no nos alcanzara.
Esa eran cosas que ni se me habian ocurrido, sobre todo lo del dinero, se que teníamos, habian buenas arcas de oro de Elric, pero con eso podía pagar este ataque y aun me quedaba dinero, pero financiar un ataque como el de Leap, seria por lo menos 10 veces más caro.
-Willfest, ¿Cuánto oro disponemos de lo que saqueamos de este asedio?
-Ese es el otro asunto, del que queremos hablar, no hemos encontrado la cámara de Argus, no sabemos, si estaba en banca rota, o oculta muy bien sus reservas, solo queda preguntarle...
Willfest hizo silencio, no quería meter más leña a fuego, de lo que ya se habia metido.
-A esa señora -afirmo Amelia. -Ella tiene un debilidad por mí, yo le preguntare -dijo con un tono sombrío.
-Amelia, no es necesario hacerlo, ya hiciste mucho, protegiendo mi trasero en el campo de batalla, yo me encargare de eso.
-No Gran, no es problema, tengo que ayudar en esto, es mi deber como tú escudera, quiero ser útil, cada uno de los presentes a sido más ayuda que yo, Lay es maravillosa, su instinto en combate es como el de ninguno, Willfest es extraordinario, Roy fue reconocido por los nórdicos, yo simplemente he hecho cosas normales, ningun gran logro como los otros, así...
-Ya basta Amelia, sin ti, Gran hubiera muerto -grito Lay, que por primera vez se dejaba llevar por sus sentimientos.
Lay estaba de pie molesta, miraba con enojo a Roja, por las palabra desmeritándose a ella misma. Will, no vio ese gesto con buenos ojos, pero se mantuvo en silencio, solo miro desafiante a su hija a lo que me llevo a sospechar que al menos no sabia nada de los sentimientos entre ellas, pero con esto tal vez podría dar indicios.
-Amelia, Lay tiene razón, deja de decirte esos cosas, eres fantástica, sin ti muchas de las cosas que hemos hecho no se hubieran logrado.
Lay se sentó, pidió disculpas por exabrupto, pero al menos esa accion, sirvió para poner una tenue sonrisa en el rostro de Roja.
-Retomando el asunto del oro, sin querer pasar a llevar a la mujer de fuego, cuando se nos pagara Jarl.
-No te preocupes Yger, antes de partir, se les entregara lo prometido, pero antes necesito solucionar la de Skivenderg, solo tengan por seguro que su oro esta, y para que no se hable tanto, comenzaremos a pagarle desde pasado mañana a los de menos rango.
-Me parece perfecto, les avisare a todos, una cosa más Jarls, tendría cuidado con la mano de hierro, son un grupo que se respeta mucho entre nosotros, Skivenderg, la lidera, y los otros seis miembros no están contentos con ustedes para nada, y créame, nos los podrá hacer cambiar de opinion como lo hizo con Larys, que es la hija de uno de ellos.
-Escríbenos sus nombres orcus, luego veremos como lidiar con ellos.
-¿Orcus, mi señora?
-A si, Yger es tú nombre, Yger.
Yger no supo como reaccionar ante ello, yo me puse nervioso, tenia buena relación con ese hombre para que mi Velaria rompiera el trato que tenia con él, por suerte no sabia lo que era orcus.
-Gracias, Yger, como dijo mi esposa, seria útil que nos des sus nombre, idealmente escritos.
A Vel no le hizo mucha gracia que repitiera lo que acaba de decir, me lo hizo saber con su mirada, y tenia razón, tengo que dejar que ellas se expresen, mi ideal es que los tres gobernemos, tengo que darle su espacio a mis amantes.
-Aprovecharemos esta reunión para dar un aviso, en tres días, daremos los nombres de nuestros generales, y de las personas a cargo de ramas del ejercito, quiero que este atentos a ello -menciono Hero, ya algo aburrida de toda esta conversación, pero esto me ayudo a cambiar de tema, y dejar que Velaria me juzgara con sus preciosos ojos de colores distintos.
Cuando iba a hablar alguien interrumpió tocando la puerta. Hice entrar a la persona, que no lo reconocía, pero llego con una carta para mi.
-Jarl, llego esta carta dirigida para usted desde un cuervo -dijo el nórdico.
-Adelante, si gracias...
-Urgir, Jarl, hijo de Yger.
Mire a Yger, que puso una sonrisa, honestamente si hubiera tenido que adivinar dirían que son hermanos, porque es enorme, y no me refiero a gordo, Ugir era una masa de músculos, que si tuviera que luchar con él estaría acojonado, visualmente tenia mas presencia que Arthur, aunque dudo que fuera mejor que el.
Tome la carta, le di el indicativo que se fuera, y la leí frente a mis amadas para que la pudieran ver.
Gran Venture supongo que tú nombre es, escribo esto por un simple motivo, creo, que es hora de que nos conozcamos, si tapujos y mascaras. Tal vez podamos sernos más útiles de lo que creemos. Pero prefiero hablarlo y no dejar registro de ello. Juntémonos mañana en la noche en las playas de tu nuevo castillo, y trae a la otra mujer que viene de nuestro tiempo, será interesante, si veo a más personas nunca me acercare. Tu posible "amiga" Quasi una fantasía.
Era obvio que era ella, la chica de acento francés enmascarada, la organista del rey.
Antes de que Velaria digiera algo la interrumpí.
-Hablaremos de esto despues. Will, toma, dime tu opinión en privado.
Le lance la carta y la leyó para él. Willfest asintió.
-Por ahora daremos por terminado esta reunión, la seguiremos mañana para determinar el mejor plan de acciona, tengan buena tarde. Si necesitan algo me retirare a mis aposentos.
Sin más preámbulo nos dirigimos a nuestra habitación para hablar sobre la carta.
-Yo también iré, no los dejare ir solos, puede ser una trampa.
-Velaria que tan rapido podrías llegar desde una posición lejana.
-Si es en la playa... no hay arboles, así que no puedo aparecerme... pero a unos 100 metros con mayus podría llegar muy rápidamente sin demorarme, pero preferiría estar a su lado, no me gusta esa carta, y me molesta que los llame a ustedes dos, además conoce su secreto, eso me molesta.
-Tranquila Vel, lo conoce porque ella también es de nuestro tiempo...
-Es la chica que me contaste ¿cierto? La organista del rey con acento francesa.
-En efecto Hero, es ella, pero no tengo idea que quiere, además esa mujer pertenece al grupo del ojo que todo lo ve, y como no se que desean me pone nervioso.
-Por eso mismo debo acompañarlos, no pondré en riesgo a mis esposos.
-Velaria tampoco quiero arruinar ese encuentro, creo que conversar con alguien que viajo al igual que nosotros nos podría ayudar entender las cosas, además ella se mueve en altas esferas, escucharla puede se útil, pero si fueras tú la que va también me pondría como tú, así que quiero que estés escondida en algún lugar que si llegara a pasar algo puedas interceder.
-Pero sin ponerte en riesgo tu tampoco Velaria, ninguno de los dos queremos que te pase algo a ti.
Velaria se acerco a nosotros.
-Son lindos, pero yo puedo cuidar de ustedes, déjenme hacerlo.