434- ¡Podría romperse!

—¡Pequeña paloma! —exclamó.

—¡Pequeña paloma! —repitió.

—¿Era un término cariñoso? —se preguntó.

George Donovan no daba esas vibas asquerosas como Alaric. Tampoco tenía esos ojos sucios y espeluznantes como Dorian Maxwell.

En su habitación de motel, intentó llamar a Lisa y Liam de nuevo, pero como siempre, no respondieron.

—¿Qué pasa? Espero que estén a salvo de Dorian —apartó su teléfono y trató de no recordar el incidente de hoy en la clínica.

—¿Realmente me siguió?

—¿Le parezco hermosa?

Caminó despacio hasta el pequeño espejo y se miró en él. No había nada especial en ese rostro.

Parecía desnutrida, con ojeras todavía evidentes en su cara. Su cabello era corto y deseaba haberlo dejado crecer un poco más. Hace un año lo había dejado crecer hasta los hombros, pero Valerie lo cortó de nuevo porque estaba enojada.