487- Cambio

Jorge golpeó el puño sobre el escritorio, haciendo que los papeles y una taza medio vacía vibraran. Su mirada ardía sobre el oficial de policía que estaba sentado en su asiento. A pesar de ser un oficial de alto rango, podía sentir el sudor goteando por su columna vertebral.

—¿Quieres decirme —la voz de Jorge era peligrosamente calmada— que con todos los recursos a tu disposición, no pudiste encontrar a una chica en la Ciudad de Sangua?

Cuando el oficial intentó hablar, de su boca salió un susurro ronco —Señor... buscamos...

—Oh. ¿Sí? —Jorge lo interrumpió, inclinándose hacia adelante— Entonces, ¿dónde está ella?

Cuando el oficial no pronunció otra palabra, Jorge sintió la frustración hervir en su pecho —La chica está perdida. No hay rastro de las cámaras de CCTV. Y no tienes ni idea de quién era ese hombre... que la llevó.

Quería quemar la comisaría. Quería quemar el jodido mundo entero.