—Hermano... hermana... —Zhang Miao se apoyó en la espalda de Zhang Wei y decía cosas que no tenían sentido. Aún en ese momento pensaba en Zhang Qin.
—Miao Miao, ¡dime más cosas! —Zhang Wei aceleró su paso hacia la clínica.
Zhang Miao poco a poco dejó de hablar y su voz se volvía cada vez más suave. Zhang Wei ya no podía escuchar lo que Zhang Miao decía.
Zhang Wei sintió un poco de miedo y lentamente dejó a Zhang Miao en el borde de la carretera.
—Miao Miao, abre los ojos y mira a tu hermano mayor. ¡Mírame! —La mano de Zhang Wei temblaba mientras acariciaba la mejilla de Zhang Miao.
Nunca había visto a ninguno de sus hermanos menores sufrir heridas tan graves. Ni siquiera parecían tan mal cuando tenían gripe o fiebre.
—Tengo sueño… Hermano mayor... —dijo Zhang Miao suavemente.